Somos muchos los aficionados que reclamamos que el Angliru se ascienda algún día por la vertiente de Morcín, es decir, haciendo la primera parte, hasta Viapará por la cara que sube desde Santa Eulalia de Morcín y pasa por Busloñe. Son diez kilómetros (aproximadamente) muy irregulares que combinan rampas durísimas (por encima del 20%) con otras fases de llano e, incluso, bajada. Pero ya que parece que la propuesta de Morcín se deniega una y otra vez, han optado por crear su Angliru (estoy bromeando).

La ascensión a Vega Bobies, mayau situado geográficamente al lado del Angliru (el cual se divisa perfectamente), y bajo el pico La Mostayal, es una durísima subida que tiene varias vertientes, al menos para llegar a los definitivos kilómetros finales que parten desde La Vara. Aquí voy a describir la que parte desde Santa Eulalia de Morcín y llega a dicho pueblo de La Vara por la carretera que sube a Busloñe (y posteriormente a Viapará). Debemos indicar que se trata de una ascensión muy progresiva, con un inicio que, sin ser suave, nos va a facilitar el ir cogiendo el ritmo adecuado para afrontar la descomunal parte final. Iniciamos, por tanto, dicha subida en Santa Eulalia de Morcín en dirección a Viapará por una carretera que se encuentra en excelente estado, desviándonos, cuando llevamos 1,5 kilómetros, hacia Busloñe y dejando a un lado la carretera que continúa hacia la Campa Dosango (y que ya describí en este mismo blog). Tras el cruce la pendiente crece hasta el 6-7%, manteniéndose en esos niveles hasta que llegamos a La Roza. Ha sido la primera zona dura de la que nos vamos a recuperar a continuación, pues entramos ahora en una fase más bien llana. Tras este kilómetro, algo insulso para los “altimetreros” retomamos el pulso a la subida poco a poco hasta que llegamos al cruce de La Vara y dejamos la carretera de Busloñe y Viapará. La bienvenida es espectacular pues nos vamos a tropezar con un impresionante muro al 14% que nos va a exigir el máximo. La sucesión de paredes no tiene descanso hasta La Vara. Casi el 20% tienen algunas rampas antes de afrontar la parte final. La salida de dicho pueblo ya nos avisa de lo que nos vamos a encontrar. Ahora los descansos desaparecen y la pendiente se mantiene constante entre el 11-13% con alguna rampa suelta al 15-16%. Poco a poco va desapareciendo, también, la arboleda y es entonces cuando la ascensión gana también en majestuosidad. El Monsacro, el Naranco y toda la zona central de Asturias son testigos de nuestro pedaleo, lento pedaleo hacia la cima. Las vistas son maravillosas y las rampas, cada vez más duras. Pedaleas y pedaleas y no avanzas: es la misma sensación que en el Angliru. Aunque el Angliru cuenta con la ventaja de tener varias curvas de herradura. Pero aquí no. La contundente zona final en que vamos viendo la cima es realmente desmoralizadora, pues la pendiente se va incrementando cada vez más. Hasta que llegamos a una zona de “eses” con un paso “canadiense” (cuidado, por tanto) para culminar en el mayau en el que se ha hecho una pequeña explanada. ¿Pensada para un posible final de etapa? El asfaltado de la parte final (que hasta hace poco era hormigón) y esa explanada nos invitan a pensar que sí. Quién sabe. De todas maneras una durísima y bellísima subida que podríamos calificar como el Angliru de Morcín. Sobran las explicaciones del por qué…



Estas son algunas de las fotografías de la subida:


Rodamos por la N-630, poco antes de entrar en Santa Eulalia de Morcín, y al fondo, allí arriba, nuestro objetivo: Vega Bobies.


Llevamos ya kilómetro y media de suave subida cuando nos encontramos esta rotonda, tomando nosotro sentido Busloñe.


Ahora las rampas sí son aceptables (del 6-7%) tras pasar el desvío.


En esta zona encontramos el kilómetro más suave de la subida.

Al fondo, retomamos las rampas duras, como se ve...


Abandonamos la carretera de Busloñe en dirección a La Vara (la carretera está recién arreglada con lo que el asfalto es perfecto).


Y a partir de ahora el espectáculo: la sucesión de rampas por encima del 15% parece no tener fin...


Una curva de herradura y, al fondo, otra rampa durísima (al 17%)...


Con esta impresionante recta (al 19%) llegamos a La Vara, inicio de la parte final de la ascensión...


Hasta un 18% llega a tener esta rampa en pleno pueblo de La Vara.


Y ya en la parte decisiva de nuestra subida...


Poco a poco desaparece la arboleda, lo que nos va a permitir ver toda la dureza de una subida descomunal...


Pedaleas...


y pedaleas...


y casi no avanzas...



Maravillosas vistas desde esta subida: Naranco, Oviedo, Monsacro, embalse de los Afilorios,... en resumen: la zona central de Asturias...


Ya cerca de culminar la subida y finalizar nuestro sufrimiento.


Y esto es Vega Bobies...


Mapa de la ascensión en Google Maps:


 

Os dejo un enlace al reportaje de Vega Bobies que el programa ENBICIATE (de Oviedo TV) hizo en el mes de Febrero de 2011 y con el cual colaboramos: