La subida a la Faidosa ya había sido recogida en esta web, aunque más en concreto, ese pequeño muro de doble vertiente que se encuentra en las cercanías de Mieres. En esta ocasión, lo que podéis ver es la subida hasta la última casa, la más cimera,del pueblo de La Faidosa, a la cual se llega a través de un rampón impresionante de hormigón, con unas pendientes de órdago que dejan la pendiente media en más del 14% y el coeficiente APM en, nada menos que, 146 (y eso en menos de dos kilómetros).

Iniciamos la ascensión a la Faidosa en el desvío, que encontraremos en Ablaña, hacia el cementerio. El primer kilómetro irá paulatinamente limando nuestras fuerzas, con unos 400 metros, anteriores al cruce, que son para verlos en directo (rampas superiores al 25% que juegan con nuestro equilibrio). Tras salir a la carretera que proviene de Mieres giramos a la derecha, encontrándonos aquí un breve descanso, hasta el tramo hormigonado... Y ya en las mismas caleyas de La Faidosa surge una pista hormigonada que coronará en la entrada de acceso a la casa más alta de este pueblo. 500 metros de una espectacularidad total en los que se gana más de 80 metros de desnivel. Aunque mejor veamos unas fotos y el perfil de la subida.

Este es el perfil de la ascensión.



Unas imágenes de la ascensión:



El inicio de la subida, en Ablaña, tomando dirección cementerio.



Más que dura, durísima...



Los 400 metros anteriores al cruce se inclinan de tal manera que la habilidad sobre la bicicleta, además, lógicamente de un desarrollo adecuado, será fundamental para no caernos "rodando".



Puede parecer que está cerca, pero aquí se avanza muy despacio (rampas que sobrepasan el 23% en este momento).



Da vértigo mirar hacia atrás.



La última rampa antes del cruce es ésta, y sobrepasa el 25%...



Llegamos al cruce y giramos hacia la derecha, reduciéndose la pendiente hasta llegar a 0%.


Pero las alegrías duran poco y ya divisamos por donde hay que ascender (al fondo).



Comienza el tramo hormigonado y la pendiente vuelve a crecer...



Sí, hay que subir por ahí.



¡En pleno rampón!



De nuevo equilibrismo sobre la bicicleta (os repito, aunque no se vea bien por la nieve, está hormigonado).



Nos acercamos al final del sufrimiento.



Últimos metros hasta la entrada a la finca. La foto no engaña sobre las rampas que aquí hay.



Y éste es el premio en forma de vistas, con el Padrún y la Térmica de la Pereda allí abajo.

Mapa de la subida en Google Maps (la última parte es aproximada):