CICLOTURISMO EN EL ANGLIRU: HOMENAJE AL SUFRIMIENTO



Hoy muchos cicloturistas se ven seducidos por pruebas duras, que acumulen gran cantidad de desnivel. Marchas cicloturistas como la Larra-Larrau, "La Perico" o la "Quebrantahuesos" se han labrado una fama a golpe de dureza y de combinación de puertos, la mayoría, conocidos. Nadie protesta y todo el mundo, cuando se inscribe, sabe donde se mete. Pero con el Angliru esto no dio resultado y la prueba no logró consolidarse.


AÑO 1998: NACE EL MITO PARA EL CICLOTURISMO
Antes de que Enrique Franco dijera en Televisión Española, poco antes de la finalización de la Vuelta, que habían encontrado un Mortirolo en España, el Club Ciclista Puertas Acevedo de Oviedo organizó junto al Ayuntamiento de Riosa, la primera marcha cicloturista que se denominaba "Sierra del Aramo".  Para los que nos habíamos deleitado con el reportaje de Mario Ruiz en "Ciclismo a Fondo" el Angliru aún se llamaba Gamonal; El Cordal, la Soterraña; la carta de Miguel Prieto, escrita un año antes, tampoco existía, pero en Riosa estaban seguros de que el diamante estaba a punto de salir a la luz. Aquella marcha fue el primer gran paso. Casi 4000 metros de desnivel, subiendo Peñerudes (la primera parte de Dosango) y Siones (o las Carangas), antes del tríptico final: Cobertoria-Cordal-Angliru. Extraordinariamente dura.




AÑO 1999: EL AÑO DE LA ECLOSIÓN
Era extraño el día en que no hubiera noticias del Angliru en los periódicos. Y así, un año después, se celebró la segunda marcha cicloturista, con un recorrido casi calcado al del año anterior, descendiendo por un Tenebreo de tierra (el descenso de Siones se hace por ahí), y manteniendo el tríptico final. Lástima que aquel fuera el último año, por el momento, que lo hemos visto...




AÑO 2000: UNA VUELTA A LA TORTILLA
Como hiciera la Perico en varias ocasiones, en el año 2000 la organización varió la rotación a la sierra del Aramo, ascendiendo primero Cordal y Cobertoria. La dura vertiente lenense de este puerto, aunque a mucha distancia, marcaba la misma. Ya se habían iniciado las obras e, incluso, en la Vuelta a España, meses después, se sustituyó por la Colladiella. La parte final consta de Tenebreo (hasta las Carangas, es decir, en sentido inverso al de años anteriores) y Colla, ascensión con tres vertientes que, años después, se utilizó en la Vuelta a la Montaña Central para Élite y sub-23.




AÑO 2001: INICIO DE LA DECADENCIA DE LA MARCHA
Las críticas por la excesiva dureza de la Marcha, que provocaba que los cicloturistas llegaran muy justos de fuerzas a las primeras rampas del coloso riosano, generó que la organización optara por suavizar el recorrido, lo que fue determinante para el decaimiento de la prueba. Por extraño que parezca, el reto, la dificultad, siempre es atractivo. La consecuencia fue la disminución paulatina de participación con los años...




AÑO 2004: DESAPARECE LA MARCHA
En 2004, con un Angliru consolidado en el ciclismo profesional, la marcha sufrió un parón que duró varios años. El recorrido siguió menguando hasta unos exiguos 50 kilómetros (quizá algo menos), con pasos por la Collá y Peñerudes (como en la primera edición).



2009: EL RESURGIMIENTO
El Club Ciclista Siglo XXI de Oviedo "resucitó" la prueba en el año 2009 con un recorrido de una extraordinaria dureza. Hasta 4000 metros de desnivel y un kilometraje de casi 140 kilómetros con los pasos de montaña de Sograndio, Yernes-Maravio, Tenebreo, antes de llegar a Riosa. La cantidad de abandonos fue tremenda y se volvió a la épica de las primeras ediciones. Parecía que la Marcha Cicloturista del Angliru volvía para quedarse...




2010: LA ÚLTIMA, DE MOMENTO
Pero 2010 fue el último año (por el momento), y eso que la organización preparó un recorrido con una Cobertoria que volvía (tras tantos años de obras). Más de 3000 metros de desnivel para una prueba que desapareció momentáneamente (esperemos).



Hoy por hoy, muchas pruebas duras están consolidadas en el calendario cicloturista. Son llamativas, puesto que suponen todo un reto para el ciclista, pero con el Angliru eso no dio resultado, ya que las críticas (reconozco que tras la marcha de 2009 a la que acudí, fui uno de los que también incidió en este aspecto de la excesiva dureza) al recorrido acabaron con ella.
La solución, de resurgir nuevamente, está clara: un perfil montañoso antes del coloso, con un kilometraje que no sea excesivo, como el que se hacía en las primeras ediciones (con la baza a favor de contar con mejores carreteras).
Cordal-Cobertoria-Dosango (por Tenebreo)-Collada-Angliru, por ejemplo.