Os
muestro, en esta ocasión, una ascensión que podríamos definir como
típica asturiana: corta y con fuertes desniveles. La subida a Campa La
Espinera, situada en el concejo de Laviana, consta de dos vertientes que
parten de la capital, Pola de Laviana, con lo que se puede hacer un
pequeño "bucle" francamente demoledor en apenas 10 kilómetros. En esta
ocasión la cara que os voy a describir es la de Lloreo o La Sartera,
pueblos que vamos a encontrar a lo largo de dicha ascensión.
La subida arranca del centro de Pola de Laviana, junto al mercado de ganado (conviene preguntar porque no está indicado ni esto, ni tampoco las localidades de Lloreo o La Sartera) y ya desde un principio las rampas son realmente impresionantes, de hasta un 14-15%. Resulta algo engañosa la parte inicial del perfil, puesto que no he indicado en el mismo que los primeros 100-150 metros son casi llanos, con lo que esa pendiente media no se corresponde con la realidad... Y la realidad es que durante dos kilómetros y medio esta ascensión nos va a parecer una auténtica pared, un puerto al mismísimo nivel de San Lorenzo o Cobertoria. Pero esto, sin embargo, no es tan largo, por lo que el nivel de exigencia va a ser menor. Encontraremos un leve descanso a partir de la localidad de El Cantu Baxo, el cual llegará hasta La Sartera, donde arranca la segunda fase de la subida... sobre hormigón. Tendremos que pasar entre las caleyas de esta localidad, ya sobre cemento, para encontrar la pista que nos conduzca definitivamente hacia Campa La Espinera. El tramo hormigonado, muy rayado, ya no tiene rampas tan fuertes como las anteriores, pero la dificultad provendrá ahora de este piso, realmente "botoso". La ascensión culmina tras 4,2 kilómetros a una pendiente media del 9,16% y a una altitud de 685 metros.
Este es el perfil altimétrico de la ascensión:
Y ahora unas imágenes de la subida:
En plena Pola de Laviana vamos a tomar esta carretera en dirección al mercado de ganado.
La subida propiamente dicha arranca aquí.
Las primeras rampas ya son muy duras (14-15%).
Durante dos kilómetros y medio la pendiente apenas varía y se mantiene "impasible" por encima del 10%.
Llegamos a Lloreo, tras algo más de un kilómetro de "penurias"...
Más rampas demoledoras...
Y llegamos a La Sartera, donde cambiamos el asfalto por el hormigón.
Ahora las dificultades provienen del propio piso, muy "botoso".
Imagen de la última parte de la ascensión con un impresionante fondo.
Mapa de la subida en Google Maps: