Vuelta a España 2016
-así es el recorrido-



"Año 2016, edición número 71 de la Vuelta a España, Fonte da Cova sigue sin ser estrenado en la carrera. Mientras tanto, durante la presentación de la carrera, Fernando Escartín y Perico Delgado ponen luz a una de las grandes estrellas del recorrido, Mas de la Costa, de 4 kilómetros al 12%..."


Hace unos años, unos cuantos años, allá por el año 1992 la presentación del recorrido de la Vuelta a España supuso un auténtico boom debido a la inclusión, por vez primera, de algunos de los más grandes colosos de los Pirineos Franceses. Peyresourde, Tourmalet y Luz Ardiden, a los que se añadían Aspin, Soulor o Portalet, venían a dar brillo a una carrera impresionante en aquella edición. Eran los años en que Lagos de Covadonga era casi el único puerto verdaderamente emblemático de la Vuelta a España, los años en que no existían plataformas de recorridos, ni los aficionados no tenían apenas formas de hacer llegar sus humildes propuestas a la organización...como sí ocurre hoy día. Por ello, cuando hoy ha sido desvelado el recorrido de la Vuelta a España 2016 much@s vimos un retroceso de más de veinte años: la etapa reina de la carrera se celebrará en Francia, pasando por puertos míticos del Tour, en tanto que la montaña nacional queda reducida casi al ridículo. Tan solo finales en alto y alguna ascensión dura, sí, pero lejos de la trascendencia de los puertos incluídos en 2015. Ese es el primer dato que llama la atención, pero hay más.

La Vuelta a España 2016 ha reducido de una manera drástica la dureza intermedia para presentar un recorrido "casi desnudo" que puede provocar una carrera entretenida, no tan bloqueada como en los últimos años, pero sin la grandeza que le dan puertos como Gallina, Rabassa, Cobertoria, San Lorenzo, Ancares, San Glorio, Morcuera o Navacerrada. Volvemos a los múltiples finales en alto, a los kilometrajes escasos (sólo una jornada supera los 200 kilómetros) y la casi ausencia de contrarreloj individual, santo y seña del mandato de Guillén al frente de la carrera. Las líneas básicas se mantienen, pero ya digo, la perdida de grandeza en puertos de paso es más que manifiesta. Dato positivo, sin embargo, la reducción de traslados y el hecho de descansar en la misma provincia en las dos jornadas de descanso.

Vamos a analizar, una por una, las etapas de la Vuelta a España 2016:

ETAPA 1: El inicio es el habitual, con una crono por equipos, aunque con una distancia ya mucho más decente que en años anteriores. Los casi 30 kilómetros de la etapa servirán para marcar las primeras diferencias y comprobar qué escuadras han venido más preparadas.


ETAPA 2: Primera jornada en linea, ideal para ver un primer sprint. Esperemos que aumente, dado el incremento de jornadas de este tipo, la nómina de sprinters.





ETAPA 3: La primera llegada en alto de la carrera tendrá lugar en el Mirador de Ézaro, una ascensión muy explosiva con rampas que se aproximan al 30%. La inclusión de dos puertos de segunda en la parte final servirá para seleccionar el grupo con vistas la entrada a Ézaro. Especial atención a Paxareiras.





ETAPA 4: Segunda llegada consecutiva en alto, en el Mirador Vixía de Herbeira, tras dos ascensiones seguidas (sólo viene catalogada la segunda), aunque no tan explosivas como Ézaro.




ETAPA 5: Llegada previsible al sprint en una jornada con un duro puerto situado en la zona intermedia: Picato.




ETAPA 6: Todo un "campo de minas" la segunda fase de esta etapa en donde se acumulan 2000 metros (en 80 kilómetros), con cuatro ascensiones, aunque sólo dos catalogadas (atención especial al primero, el duro alto de Alenza).




ETAPA 7: De nuevo se deja a un lado la Cabrera para entrar en Sanabria vía alto de Padornelo, de nuevo nos quedamos sin el imponente Fonte da Cova. La jornada, quebrada, es ideal para otra llegada al sprint antes de acometer las cuatro llegadas en alto consecutivas.





ETAPA 8: La durísima Camperona se incluye esta vez en jornada unipuerto, tras rodar por las llanuras zamoranas y leonesas. A mi modo de ver, el mejor formato para esta subida que cuenta con tres kilometros finales demoledores...






ETAPA 9: Segunda meta en alto consecutiva, volviendo al mítico Naranco y con el más que clásico enlazado Santo Emiliano (3ª)-Padrún (n.p.)- Manzaneda (3ª). Me cuesta creer que se vaya incluir, definitivamente, la bajada de Tarna si sigue su actual pésimo estado.
Por otro lado, qué decir ya de la ausencia de alternativas. Carbayu-Llandellena-Ferrerinos darían muchísimo más juego, por no hablar de la inclusión del Violeo, habitual en la Vuelta a Asturias, antes del coloso ovetense.




ETAPA 10: Llegan los Lagos, otra vez, y lo hacen de una manera clásica, dejando de lado muchísimas alternativas que tal vez darían un juego diferente. Esta web, como muchas otras, parece predicar en un desierto: Fito, descenso por Collía-Ribadesella-Nueva-Alto del Torno-Corao-Lagos de Covadonga. Teniendo un día de descanso al día siguiente, hubiera sido un encadenado de mucho más empaque. El desnivel acumulado de esta etapa se va a los 3500 metros.
Pero a pesar de estar hablandoos de varios y mejores encadenados, no cabe duda de que hubiera suprimido al menos uno de los cuatro finales seguidos del Cantábrico. ¿Cuál? Seguramente Naranco, por el hecho de aprovechar mejor la montaña (alta y media) que hay alrededor de la capital de Asturias.





ETAPA 11: Una verdadera lástima que un año tras otro se desaproveche la alta montaña cántabra. De nuevo se ha dejado pasar una gran ocasión para haber colocado aquí la primera etapa reina de la carrera, tras la jornada de descanso, como se hizo en 2015 en Andorra. A cambio, otra llegada en alto, en el explosivo Peña Cabarga.





ETAPA 12: Nueva jornada de media montaña en la carrera, con cuatro puertos, y doble paso por el Vivero. ¿Escapadas? Sí, por favor.




ETAPA 13: La etapa de Urdax tal vez sea la mejor, en diseño, de toda la Vuelta. Cuenta con un kilometraje respetable (mas de 200 kilometros, la única en toda la carrera que los alcanza) y se suben varios muros de Euskadi y Navarra, acumulando un desnivel de 3700 metros. Etapa imprevisible.




ETAPA 14: El único "defecto" de la etapa de Urdax posiblemente sea éste: el venir antes de la etapa reina de la edición de 2016. Unipublic ha preparado un "coctel" de cuatro puertos, 195 kilómetros y 5200 metros de desnivel. Una jornada de cinco estrellas.




ETAPA 15: Especial atención a esta jornada, de escaso kilometraje, en la que hubiera suprimido, sin duda, el rodeo inicial para hacerla aún más corta. Tras las duras etapas de Urdax y Aubisque, los nervios por la corta distancia y la dureza de las ascensiones pueden favorecer el espectáculo. Para mí un acierto y una manera de dar respuesta a ese bloqueo generado por la acumulación de dureza y llegadas en alto del habitual tríptico de los últimos años (y que perjudicaba los ataques)





ETAPA 16: Etapa de transición y de sprint "más que cantado" antes del segundo día de descanso.




ETAPA 17: Otra llegada en alto más, descubriendo una ascensión muy explosiva (4 kilómetros al 12%), que se une al amplio repertorio de subidas de este tipo que la Vuelta ha incluído en los últimos años. Tras la jornada de descanso, y con el terreno anterior, veremos si esta etapa no pasa más factura de lo que parece.




ETAPA 18: Otra jornada ideal para sprinters, sin quedan a estas alturas, antes de las dos jornadas definitivas de la Vuelta.




ETAPA 19: Única jornada de crono individual, lo habitual en la Vuelta a España en esta década. De nuevo, ni tan siquiera 40 kilómetros.





ETAPA 20: Dura jornada de 4700 metros de desnivel acumulado que servirá como fin de fiesta de la carrera, culminando en el alto de Aitana, que desde 2009 no era incluído en la carrera.





ETAPA 21: La carrera vuelve a finalizar con el paseo de los vencedores en Madrid.



Como conclusión, una Vuelta que añade más carencias de las que ya tenía: a la ausencia de crono y los numerosos finales en alto, se suma ahora la reducción de dureza intermedia, de puertos grandes, que servían para mitigar el notable desequilibrio que se palpa en el recorrido.
El diseño de la Vuelta 2016 vuelve a "las tinieblas" del 2007 (os aconsejo comparar ambos recorridos), tras años de agradables estrenos. No cabe duda de que son los corredores los que convertirán este recorrido en espectacular, o no, pero el organizador debe dotar al mismo de posibilidades para todos. Si hubo algo que funcionó bien el año pasado fueron las jornadas de Andorra (alta montaña en pocos kilómetros), además de las tres últimas etapas en Guadarrama, Gredos y Ayllón (sin final en alto), algo de lo que carece esta Vuelta. ¿Por qué? Las respuestas las tendrá la organización.