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Col de la Pierre Saint Martin, por Athas
Siete vertientes, siete... Hace ya veintitantos años, en una
Ciclismo a Fondo me encontré con un artículo en el que se hablaba de
las vertientes de la Pierre Saint Martin, ese puerto que hace de límite
entre España y Francia, si bien, como ya sabéis la cara francesa se
encara de distintas maneras, aunque cuentan, desde el Soudet hasta la
cima, con un tramo unificado de algo más de tres kilómetros
para "caer" hacia la vertiente española, algo más suave que sus vecinas
del norte y que vimos hace unos meses aquí.
Sobre la escasa utilización del Pirineo Navarro en general, y la Pierre
Saint Martin en particular, en el apartado de la competición dimos
buena muestra en el artículo "El desaprovechado Pirineo Navarro".
Las vertientes de Arette y Sainte Engrace son quizá las más utilizadas
(hasta el Soudet), en tanto que Houratate, paralela a la que veremos a
continuación (por el col de Bouesou) se incluyó en la popular cicloturista Quebrantahuesos en 2002, en tanto que la vertiente de Issarbe es parte del recorrido de la Larra-Larrau,
la durisima marcha cicloturista que tiene como punto neurálgico la
localidad navarra de Isaba y en donde se sube, además la vertiente sur
de la Pierre Saint Martin.
Pero ninguna de esas protagoniza en esta ocasión el reportaje: la vertiente que nos ocupa en esta ocasión parte de la localidad de Athas, cerca de la carretera que entra (o sale) en Francia por el col del Somport. Una localidad pequeña de calles estrechas, como lo será toda la ascensión hasta el col de Labays. En Athas tomamos el desvío hacia la Pierre Saint Martin (como veis en la imagen), iniciándose aquí el ascenso al col de Bouesou, de casi 8 kilómetros a una respetable media del 7,5%, ascenso que se muestra irregular, combinando rampones de hasta un 16% con pequeños descansillos, al menos hasta esos 2-3 últimos kilómetros, muy sostenidos al 9-10%, y que transcurren mitad cubiertos por el bosque, mitad más abiertos. Un sorprendente puerto que podemos descender a Osse en Aspe o bien continuar, de frente, hacia el col de Labays, el cual se afronta tras un descenso de casi cuatro kilómetros bastante revirados, dificultados por una carretera todavía bastante estrecha, rugosa, con abundantes sombras. Labays comenzará tras dejar atrás el desvío a Lourdios-Ichere (más vertientes) y se desarrollará escondido casi siempre en el bosque, a golpe de rampón, salvando varias curvas de herradura. Los puntos de referencia no existen aquí, pero, por fortuna, sí contamos con carteles indicadores con la pendiente y la distancia a la cima (de Labays, ojo). La siguiente cima, la del Col de Labays se corona tras casi 18 kilómetros de ascenso desde Athas y nos deja en el cruce con la carretera que sube a la Pierre Saint Martin desde Arette, esa que Chris Froome utilizó para apuntarse la victoria en 2015. Ahora la carretera es mucho más ancha y el asfalto desliza muchísimo mejor. Incluso contaremos con una pequeña bajada que hará todo mucho más sencillo... Todo un espejismo porque rápidamente las rampas se situarán en torno al 5-6%, hasta el col de Soudet, el cruce de caminos con las vertientes de Sainte Engrace e Issarbe, y mayores (al 8-9%), hasta la estación de sky. El paisaje aquí ya es mucho más abierto y nos permite perder la vista, y jugar a las adivinanzas sobre qué carretera es aquella que se ve al fondo, o aquella otra por allí abajo... Una vez alcanzamos la estación de sky nuevo viraje a la derecha para afrontar la parte final de ascenso a la interminable Pierre Saint Martin, donde habrá que salvar más herraduras y elevarnos casi por encima de las nubes. El mirador que tenemos en esos kilómetros finales es puro espectáculo, puro regalo para la vista (vean, vean las imágenes). La Pierre Saint Martin irá perdiendo fuelle poco a poco, con una parte final casi plana que nos lleva a Belagua, a Navarra. Tras más de 25 kilómetros de ascenso (desde Athas) culminamos este duro y sublime col pirenaico, un imprescindible para tod@ aquel que le gusta el cicloturismo.
Perfil del puerto:
Pero ninguna de esas protagoniza en esta ocasión el reportaje: la vertiente que nos ocupa en esta ocasión parte de la localidad de Athas, cerca de la carretera que entra (o sale) en Francia por el col del Somport. Una localidad pequeña de calles estrechas, como lo será toda la ascensión hasta el col de Labays. En Athas tomamos el desvío hacia la Pierre Saint Martin (como veis en la imagen), iniciándose aquí el ascenso al col de Bouesou, de casi 8 kilómetros a una respetable media del 7,5%, ascenso que se muestra irregular, combinando rampones de hasta un 16% con pequeños descansillos, al menos hasta esos 2-3 últimos kilómetros, muy sostenidos al 9-10%, y que transcurren mitad cubiertos por el bosque, mitad más abiertos. Un sorprendente puerto que podemos descender a Osse en Aspe o bien continuar, de frente, hacia el col de Labays, el cual se afronta tras un descenso de casi cuatro kilómetros bastante revirados, dificultados por una carretera todavía bastante estrecha, rugosa, con abundantes sombras. Labays comenzará tras dejar atrás el desvío a Lourdios-Ichere (más vertientes) y se desarrollará escondido casi siempre en el bosque, a golpe de rampón, salvando varias curvas de herradura. Los puntos de referencia no existen aquí, pero, por fortuna, sí contamos con carteles indicadores con la pendiente y la distancia a la cima (de Labays, ojo). La siguiente cima, la del Col de Labays se corona tras casi 18 kilómetros de ascenso desde Athas y nos deja en el cruce con la carretera que sube a la Pierre Saint Martin desde Arette, esa que Chris Froome utilizó para apuntarse la victoria en 2015. Ahora la carretera es mucho más ancha y el asfalto desliza muchísimo mejor. Incluso contaremos con una pequeña bajada que hará todo mucho más sencillo... Todo un espejismo porque rápidamente las rampas se situarán en torno al 5-6%, hasta el col de Soudet, el cruce de caminos con las vertientes de Sainte Engrace e Issarbe, y mayores (al 8-9%), hasta la estación de sky. El paisaje aquí ya es mucho más abierto y nos permite perder la vista, y jugar a las adivinanzas sobre qué carretera es aquella que se ve al fondo, o aquella otra por allí abajo... Una vez alcanzamos la estación de sky nuevo viraje a la derecha para afrontar la parte final de ascenso a la interminable Pierre Saint Martin, donde habrá que salvar más herraduras y elevarnos casi por encima de las nubes. El mirador que tenemos en esos kilómetros finales es puro espectáculo, puro regalo para la vista (vean, vean las imágenes). La Pierre Saint Martin irá perdiendo fuelle poco a poco, con una parte final casi plana que nos lleva a Belagua, a Navarra. Tras más de 25 kilómetros de ascenso (desde Athas) culminamos este duro y sublime col pirenaico, un imprescindible para tod@ aquel que le gusta el cicloturismo.
Perfil del puerto:
Y ahora unas imágenes:
Aquí
tienes la subida en Google Maps: