El alto de la Corredoria es una ascensión típicamente asturiana, que arranca de manera abrupta desde el fondo del valle del Pigüeña. Así son las subidas en este extremo de Asturias, mitad zona central, mitad zona occidental... Será en el desvío hacia Ondes y San Martín de Ondes situado en la AS-227, que  transcurre por este valle (del Pigüeña), donde dé inicio la subida a este puerto desconocido para la gran mayoría de aficionad@s. Tras el desvío se bajan unos 50 metros hasta un puente y la carretera vira hacia la derecha, hacia el sur, incrementándose poco a poco la pendiente hasta situarse en torno al 8%, que será la tónica habitual. Curva de herradura y giro hacia el norte, rampones, vegetación, carretera en buen estado, estrecha, árboles, muchos árboles, túneles de árboles, sombras... Así es la Corredoria en los primeros compases. Sí, y rectas, largos tramos rectos que hacen subir casi sin darnos cuenta. Pero sí, el esfuerzo que requiere superarlo sí nos hace darnos cuenta de que esto no es ninguna broma de ascensión.

Y llegamos al primer tramo de consideración, cuando dejamos a un lado Ondes y la pendiente crece y crece y crece hasta alcanzar un 18%. En pleno sufrimiento empiezas a cuestionar al ingeniero que diseñó la carretera: en lugar de meter un par de curvas y rebajar la pendiente, la carretera se empina para buscar San Martín de Ondes. Mejor así, sin duda. El paso por este pueblo nos da la posibilidad de respirar tras el sofocón anterior y recargarnos con vistas al peor tramo del puerto, el que une San Martín con la cima de la Corredoria. Un nuevo estrechamiento, un súbito aumento de la pendiente, una nueva herradura, una nueva recta a la que no se le ve el final... Durante varios cientos de metros las pendientes se escriben con dos dígitos. En nuestro pedaleo casi atolondrado, mareado, acertamos a ver San Martín de Ondes muy, muy, muy abajo. "Pero si he estado ahí hace nada...".

...Y la pendiente va decreciendo mostrándonos un premio sublime, con las montañas del occidente de Asturias, "adornadas" de "gigantes" eólicos. Pero esa es otra historia... La de este puerto de la Corredoria va llegando a su fin, a su cima, aunque para ello deberemos descender algo menos de un kilómetro, hasta un cruce de caminos, de carreteras, en una inmensa majada, en uno de esos sublimes paraísos en donde no hace falta nada más que una bicicleta y una buena compañía.

La Corredoria cuenta con otras dos vertientes: la de Noceda, con tres kilómetros finales excepcionalmente duros y la de Dolia, bastante irregular, y que podemos afrontar bien desde varias opciones (Cruces hacia el este o hacia el oeste...).

Con este reportaje se alcanzan las 400 altimetrías en la web.

 

Este es el perfil de la ascensión: