"Año
2018, setenta y tres ediciones de la Vuelta a España y el puerto de la
Cubilla sigue sin estrenarse; a cambio nos muestran a varios
ex-corredores haciendo cima, hablando como si el Everest hubiera sido
conquistado por la carrera.
Año
2018, setenta y tres ediciones de la Vuelta a España y Fonte da Cova
vuelve a ser ignorado; a cambio vuelven a transitar por Sanabria, a
cruzar la "frontera" entre Galicia y León por Padornelo.
Año
2018, y una etapa de alta montaña, con kilometraje pírrico y en
otro país. Aquí, ya lo sabéis, no hay montaña. En 2017 la etapa más
decisiva fue en Andorra; en 2016, la etapa reina fue en Francia; en 2015, la
cacareada etapa reina fue en Andorra; en 2013, la etapa reina fue en
Francia...".
Unipublic
ha conseguido igualar el recorrido, infame, de 2016, aunque,
analizándolo en detalle aún lo empeora más. Y la pregunta que os haréis
será, seguramente, por qué:
-Reducción de puertos de paso y colocados, en muchísimos casos, de forma intrascendente, a priori.
-Una
sóla jornada con final tras puerto (Roquetas de Mar), con un puerto
final que tampoco es nada del otro mundo (un claro segunda).
-Tres
etapas de montaña, sin más: Covatilla (con los puertos alejados de la
ascensión final), Lagos de Covadonga (con un terreno muy pestoso y
doble paso por el Fito) y Canolich (el fin de fiesta en una etapa con
una distancia de juveniles, una vez más).
-Dos
cronos individuales, sí, pero que suman apenas 40 kilómetros (una por
las calles de Málaga; la otra, quebrada, en Cantabria, de 32 kms)
-Regreso
del tríptico, "in crescendo" en cuanto a dificultades: Camperona con
Tarna (a muchísimos kilómetros de éste, no vaya a ser...); Praeres (el
enésimo invento de Unipublic y de mostrarnos que son ellos, y sólo
ellos, los inventores del nuevo ciclismo, ese mismo que hace que las
mejores etapas de las grandes vueltas en los últimos años no tengan un
solo "muro" por protagonista), y Lagos de Covadonga, en el mejor diseño
realizado en toda la historia de las llegadas y la etapa con más
desnivel de toda la Vuelta. ¿Quién es el "guapo" que ataca antes de la
ascensión final? ¿Quién se va a atrever a atacar en la bajada de
Mozqueta (Colladiella), teniendo por delante el etapón de Lagos, donde
se puede perder hasta el apellido?
-Infame segunda parte de Vuelta: en ocho etapas, seis llegadas en alto, una crono, una llana...
-Sólo una etapa de más de 200 kilómetros, una etapa con similitudes con aquella de 2016 en Urdax... Luego pasó lo que pasó.
Vamos
a analizar, una por una, las etapas de la Vuelta a España 2018. He
optado por mostraros los diseños presentado en enero y los definitivos
(en esta ocasión apenas hay variaciones, más allá de la distancia de
algunas etapas y la catalogación de algún que otro puerto):
ETAPA 1:
Desde 2009 la Vuelta a España no empezaba con una crono individual. La
distancia invita a escasas diferencias, no vaya a ser que un
contrarrelojista, con un recorrido como el presentado se plante aquí y
haga de las suyas...
ETAPA 2:
Primera llegada en alto de la Vuelta con terreno quebrado ya desde el
inicio y volviendo a Caminito del Rey, donde Esteban Chaves venció en
2015. La meta estará situada mucho más abajo y el puerto final será más suave (un tercera sin más).
ETAPA 3:
Etapa para sprinters, si bien en la primera mitad de etapa nos
encontramos con un puerto de primera categoría, el Madroño, y otro de
tercera, el Viento.
ETAPA 4:
Segunda llegada en alto ya en la cuarta etapa. Si es que lo de esta
gente es vicio... Puertazo de primera a más de 80 kilómetros de meta,
toda una invitación a ataques lejanos, más teniendo que subir un suave
puerto final con rampas que alcanzan el 20%: Alfácar
ETAPA 5:
Etapa muy pestosa, mucho, por la Alpujarra, con varios pasos montañosos
ni citados ni puntuados, pero que habrá que pasar... Por lo poco que se
hablado de esta jornada, por su situación (al principio de Vuelta y
tras la primera llegada en alto más bien fuerte, Alfaguara), por el
terreno duro que atraviesa, tal vez la jornada más peligrosa de toda la
Vuelta (cercana a los 3000 metros de desnivel).
ETAPA 6:
Etapa clara para el sprint con llegada en la localidad murciana de San
Javier y para que los veraneantes (de playa) pueden acercarse (más bien
lo contrario) a ver la Vuelta.
ETAPA 7: Etapa quebrada digna de fugas con un puerto de tercera a poco más de 10 kilómetros para la meta.
ETAPA 8:
Nueva jornada para el lucimiento de las fugas con un puerto descomunal
(de tercera categoría) a más de 110 kilómetros de la meta de Almadén.
ETAPA 9:
Siete años después vuelve la Covatilla con un mejor diseño de
etapa que el
preparado en 2011. Se sube el Pico (TREINTA AÑOS después), Parador de
Gredos (como veis, no catalogado en tercera, pero sí en el recorrido
definitivo) y Peñanegra (inédito por esta vertiente de 12
kilómetros que la organización ha catalogado como de 2ª categoría, para
mí acertadamente). Luego mucho terreno quebrado antes de la Covatilla,
con Lagos, en mi opinión, las dos mejores llegadas en alto de la Vuelta
2018. Una etapa para ver diferencias, muchas diferencias. El desnivel
acumulado se va a los 4000 metros...
ETAPA 10:
El factor decisivo de la etapa de la Covatilla se entiende, sobre todo,
por su situación, y es que esta etapa, la décima, partirá de Salamanca
tras el día de descanso, y rumbo a Fermoselle. De nuevo para sprinters
(otra más, muy por encima de lo que nos tenía acostumbrados Unipublic
últimamente).
ETAPA 11:
Junto con Lagos, la etapa mejor diseñada de la Vuelta 2018, con
distancia (pasa de 200 kilómetros), desnivel, carreteras pestosas y
zona que puede dar mucho juego. No hay jornadas antes ni después que
"molesten", con lo que se atisba como muy entretenida. ¡Atención! (desnivel de 3400 metros).
ETAPA 12: Otra etapa quebrada más (es lo que hay), para fugas (que este año va a haber unas cuantas, como no es habitual en la Vuelta).
ETAPA 13:
Lo mejor de esta jornada se encuentra en la mitad de la etapa: el
puerto de Tarna. Todo un coloso que se estrena, al fin (ya era hora,
señor Guillén). Por contra la Camperona vuelve tras muchísimos años:
dos eran demasiados para esta organización. El ciclismo "guilleniano"
no se entiende sin esta subida.
ETAPA 14:
Por si la dosis del viernes no ha sido suficiente el día de Asturias se
llega a Les Praeres, una ascensión con menos de 4 kilómetros a más del
12% de media, rampas que se elevan al "veintinosecuantosporcien" y que
es a partes de hormigón y de asfalto. Se vuelve a pasar San Isidro por
León (como en 2016, aunque esta vez programado desde el inicio), se sube Collaona sur (sólo incluido en 2008) y Mozqueta
(puerto "hermano" de la Colladiella, por donde se bajará en dirección
al valle del Nalón otra vez) y, finalmente, Faya de los Lobos (no la
Casilla, como el año pasado). Luego Praeres... Se adivinan ataques
valientes a más de 500 metros de la llegada.
ETAPA 15:
Etapa con nueve ascensiones y múltiples repechos que alcanza los 4200
metros. Han incluido tantas subidas que hasta una de ellas, el Fito, la
hacen dos veces. ¿Podrían haber metido Fito y Torno juntos (el puerto
que mejor encadena con Lagos)? Por supuesto, pero nos hubiéramos
quedado sin ver esta obra cumbre de los diseños de etapa.
ETAPA 16:
Tras el segundo día de descanso llega la crono que tendrá una distancia
sideral de 32 kilómetros (le han recortado 700 metros respecto a lo presentado en enero).
ETAPA 17:
Como ya hace tanto tiempo que no se llega en alto, en la 17ª etapa, el
miércoles 12 de septiembre, la meta estará situada en el Monte Oiz en
una etapa que tendrá hasta cinco puertos antes y un desnivel de 3600
metros.
ETAPA 18: Entre tanta tempestad habrá una etapa plana con llegada a Lleida. Será el 13 de septiembre.
ETAPA 19:
Antepenúltima etapa con llegada a Naturlandia, que se alcanzará por
segunda vez en la Vuelta (se hizo también en 2008). Etapa para ver
ataques lejanos...
ETAPA 20:
2010 (Nibali-Nibali), 2012 (Contador-Contador), 2013 (Horner-Horner),
2014 (Contador-Contador), 2016 (Quintana-Quintana), 2017
(Froome-Froome, ejem-ejem). Para esto ha servido el fin de fiesta con
llegada en alto en los últimos años en la Vuelta (a la izquierda quien
partía de líder, a la derecha quien finalizó líder). Sí, llegadas
preciosas, míticas, extraordinarias, pero la general no se ha movido.
Es más, es que hasta el líder se ha reivindicado... Por contra, en
2015, la penúltima etapa, con final en Cercedilla, en bajada, fue una
de las mejores de los últimos tiempos en las tres Grandes Vueltas... La
etapa ha sido rebajada en ocho kilómetros respecto a la presentada en
enero, con lo que no llegará, siquiera, a 100 kilómetros (97).
ETAPA 21: La Vuelta concluye con una jornada larguísima y decisiva...
Como
conclusión, una Vuelta de menor calidad que en 2017. Sí, luego los
protagonistas influyen a la hora de catalogarla como buena o mala, pero
esa atañe al desarrollo propiamente de la carrera, no al diseño, que es
cuestión directa del organizador. Un organizador que claramente invita
a los contrarrelojistas a quedarse en casa, tras la orgía de llegadas
en alto de la última fase de Vuelta.