Volviendo al Angliru (5 años después)

 
Ya hacía unos años que no me acercaba al Angliru, esa terrible barrera que llegó al ciclismo hace 20 años. Tuve unos años de "bonanza" en los que ascendí con muy buenos amigos, tanto con bici de carretera como de montaña. Acabé cogiéndole el "tranquillo" y estudiándolo a fondo para afrontarlo y, así, lo subí con sol, con lluvia, con nieve,... Desde aquel primer intento del año 2000, con un 42x23 (bendita osadía), a la última, con los compañeros de Pedalier, hoy Ziklo, más de una decena de ocasiones.

Algunas de estas subidas son las de arriba: la primera, aquella de 2002, con Rober y Fran, en BTT, en un precioso día de octubre. Más tarde, con Dani, Estrada y Lago, en 2010, con bici de carretera. Y la tercera foto, con Dani, en marzo de 2012, al día siguiente de la presentación de las etapas asturianas de la Vuelta a España, evento al que me invitaron por primera vez.

Teníamos un plan preparado para estos días, pero la meteorología nos hizo cambiar las rutas. Sin pensarlo, sin embargo, Luis me sugiere acometer el ascenso al Angliru, uno de los pocos puertos de Asturias que aún no hemos ascendido juntos. Desde el retrovisor se ven varios ascensos a Gamoniteiru, a San Lorenzo, Ventana, Tarna, Corredoria, Maravio, Palo, Pozo, Jitu de Escarandi,... Hemos compartido Borracheras y alguna ruta de esas de sol a sol, tocando Everest (o casi), pero el Angliru es otra cosa...


Salgo de Pola pasadas las ocho de la mañana para afrontar el Cordal, ya que hemos quedado en Riosa. Carretera mojada, buena temperatura, algo de niebla por momentos, corono con relativa facilidad. Y es que es el tercer día consecutivo subiendo y bajando puertos. El sábado ideamos una preciosa ruta por el centro de Asturias con Mozqueta, Cabaña, Padrún, Manzaneda y Naranco, redondeándola con una gran comida. Al día siguiente decido visitar Cobertoria...y también Brañallamosa, el Valle... Las piernas cogen un muy buen tono.



Pero más que la subida, lo más preocupante es la bajada, muy mojada, algo rota, con hojas, ramas, barro,...




Cuando llego a Riosa no encuentro rastro alguno de Luis y Rober SH. Un pinchazo les retrasa la marcha, con lo que decido bajar a Les Maces hasta encontrarlos. Aquí arriba ya posando en Riosa, en el cartel de inicio del Angliru.




Hacemos la primera parte con calma, con bastante calma, porque sabemos bien lo que espera, aunque Rober aún no lo ha subido. Esperaba que con ese maillot estrenara el puerto...




Pero cuando llegamos a Viapará Rober decide dar la vuelta y dejar el Angliru para mejor ocasión. Nuestros intentos de convencerlo son baldíos y eso que hay buena temperatura (ideal para subirlo, con algo de niebla, sin lluvia).




Y nos quedamos Luís y un servidor mano a mano en el Angliru conversando durante casi toda la ascensión, lo que la hace más amena, sin duda.



Solventamos los tramos más complicados: Cueña Les Cabres, Aviru y Piedrusines (aquí arriba).




Y, al fin, nuestra foto en el Angliru, otro más para la colección.




Las vistas desde el Angliru son espectaculares...


Vamos parando varias veces para que los frenos no sufran tanto, aprovechando para hacer multitud de fotos.



El Angliru, todo un "Teatro de los Sueños" para cualquier ciclista, conveniente decorado con indicaciones de rampas y de ganadores en su cima.



Al paso por la Cueña pincha Luis, con lo que aprovecho para hacer aún más fotos en tan emblemático lugar.




En plena bajada, pasada ya Viapará, encontramos a Rober y Estrada. Un café en Riosa y nos dividimos, nos despedimos hasta futuras rutas...


Y junto a Estrada, un nuevo ascenso al Cordal para rematar una buena ruta en la que volví, cinco años después, al Angliru. Espero que para la próxima no pase tanto tiempo.