Resacón en Praeres



Hacía tiempo que no había posibilidad de juntarnos los de la grupeta, ya siquiera para andar en bici. Por ello, cuando surgió la idea  de hacer una comida, entre rutas en bici, no pude resistirme...





En este tipo de situaciones uno va a comer...





Uno bebe un poco...



Y uno recuerda que le empieza a fallar la memoria sobre lo que apunta para el día siguiente...


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Tras una gran noche, esperaba un gran día en que planeábamos asaltar Praeres, subida que, por segunda vez, iba a ser incluída en el recorrido de la Vuelta. Yo, que me he vuelto un exquisito sobre la bicicleta, logré dejar para mejor ocasión el asalto a Praeres hace cuatro años porque no tenía ganas de retorcerme sobre hormigón. Pero ahora que lucía un buen asfalto en buena parte de la subida, no podía escapar de ella...



Durante unos 25-30 kilómetros pedaleaba y pedaleaba sin que la sensación de "¿qué hago aquí?", "¿por qué no me quedaría en la cama?", "¿quién me manda?" y otras de similar dureza me rondaran la cabeza. Mis colegas Estrada y Juan Carlos hablaban y yo me mantenía detrás, planeando otro día para Praeres...
Al llegar a Mieres nada cambia y afrontamos el alto de San Tirso, uniéndose a la "comitiva fúnebre" (porque era un cadáver) el hombre que más kiómetros hace en la Tierra y planetas colindantes: Fran Sánchez. En este preciso momento en que usted lee esto que sepa que Fran está subido a la bici dando pedales. Mientras en Australia duermen, Fran da pedales. Mientras en la Antártida caminan, Fran da pedales; mientras Pogacar descansa, Fran da pedales...


Por suerte alguien tuvo la brillante idea de parar a tomar un café en La Felguera y alguien tuvo la mala idea de sacar esta foto que inmortaliza todavía los momentos de resaca.





Palicio nos acompaña por la Gargantada y Fran todavía seguirá con nosotros hasta Nava, hasta el inicio de Les Praeres. Allí se quedan lo que comunmente se conoce como "paisanos de la Cuenca". Observen la cantidad de gente que posa en las anteriores imágenes y en las posteriores y encontrará una leve explicación.



Praeres, el auténtico "muro" asturiano, una pared de cuatro kilómetros que tendrá en la web un reportaje a la altura, se veía allí arriba...




Tres kilómetros iniciales, sobre asfalto, con rampas de dos dígitos en casi todo momento y vistas espectaculares. Luego la decoración cambia, con la entrada al tramo hormigonado y un rampón final en hormigón cuya rampa sobrepasa el 25%...




Ya sin resaca (o más que disimulada) posamos en el cartel de Les Praeres.





Dividimos nuestros caminos en Pozucorderu y me vuelvo a Pola con Juan Carlos, que lleva todo el día aquejado de un catarro, el cual le impide  apretarme todavía más en cada puerto. Aquí, en Campa San Xuan, puertaco con una durilla parte final.




Y aquí tras coronar el alto de Santo Emiliano, otro clásico del ciclismo asturiano.



Y concluimos la ruta en Pola tras 112 kilómetros, 2100 metros de desnivel y las ascensiones de San Tirso, Gargantada, La Cruz, Praeres, Campa San Xuan y Santo Emiliano, un bonito diente de sierra para el mes de marzo.

La ruta, en Strava:

 
 
FOTOS: Juan Carlos Paniagua, José Ángel Palicio y propias