-"Finestre abulense"
Existen varios puertos de tierra en España que bien podrían ser utilizados como en Italia. Son los denominados "Finestres", en honor al mítico coloso italiano, en honor al sterrato. En esta web os he hablado de Trobaniello o de la Farrapona por Torrestío, o de Vegarada, pero también podríamos hablar de Morredero por Peñalba de Santiago o, incluso, la Venta del Chaleco por la Rabita (si bien cuenta con dos kilómetros de tierra intermedios). También en Ávila existe uno, en especial: es el puerto de Casillas, cuyas dos vertientes son de tierra, al menos en la parte alta.
La
cara norte del puerto de Casillas se inicia en la localidad de El
Tiemblo y sus primeros kilómetros, ya muy duros, son en asfalto, muy
descarnado, pero
no así los 5 últimos, de tierra, pero en bastante peor estado que
Trobaniello y Farrapona (para que os hagais una idea). En cuanto a la
cara sur, parte de Sotillo de la Adrada y cuenta con tres kilómetros de
tierra.
El puerto comparte la primera parte con el Castañar del Tiemblo, lo que serían los 5 kilómetros iniciales de ascenso hasta la localidad de Casillas, antes de tomar el desvío a las piscinas municipales. Hasta Casillas un tramo realmente duro, con rampas que llegan al 17% y un paisaje impresionante. Apenas medio kilómetro de descanso nos dejará a las puertas del desvío hacia la piscina (y la ermita de San Isidro), antes del callejeo por Casillas. La pendiente ahí vuelve a su tono regular (al contrario que el Castañar del Tiemblo, más irregular), con picos al 12-13% y alguna rampa puntual al 14% (en los metros previos a la ermita de San Isidro). Casillas es una ascensión tranquila, bella y muy cerrada, con las dosis justas de dureza. Otro cantar sería que el asfalto continuase hasta la cima del puerto. Entonces sí, entonces sí que podríamos hablar del gran coloso abulense. Números no le faltan, pues en los poco más de 8 kilómetros asfaltados, la pendiente media alcanza el 7,1%, alejado de las rampas tendidas de sus hermanos Mijares, Pedro Bernardo o Serranillos, que arrancan más al oeste, pero también en el valle del Tiétar.
El
tramo de tierra, tras esos poco más de 8 kilómetros tan irregulares
continuan con la misma tónica, sucediéndose zonas realmente duras con
pendientes de hasta un 14-15%, con algún descansillo que servirá para
que la media se nos muestre algo más que engañosa. Más cerrado
aún en esa parte final de tierra, con una pista bastante rota, con
varias zanjas que dificultan nuestras pedaladas, nuestro tránsito,
tratando de buscar la trazada más limpia.
El
puerto de Casillas culmina con un rampón descomunal que ronda el 20%,
para coronar a esos 1467 metros de altitud y donde encontraremos unas
vistas colosales sobre el valle de Iruelas, sobre el embalse del
Burguillo, con la sierra de la Paramera frente a nosotros.
¿Y
si fuera de asfalto este puerto de Casillas? Pues estaríamos ante una
especie de alto de la Cobertoria o de San Lorenzo en plena sierra de
Gredos, puesto que la contundencia de sus rampas y su longitud, similar
a la de los colosos asturianos, lo diferencian de los gigantes de
Gredos (Serranillos, Pico, Mijares, Centenera) y de otros más
explosivos, pero más cortos (Mediano o Presa de Piedralaves). Un puerto
que proporcionaría encadenados endiablados...
El perfil de la subida es éste: