Pico Pitolero


El Pico Pitolero se sitúa al norte de la provincia de Cáceres, muy cerca de Plasencia, y en plenos Montes de Traslasierra, que sirven de división de los valles del Jerte y de Ambroz. Cima utilizada para el parapente, hace unos meses fue acondicionada la pista (de tierra) que daba acceso desde el puerto de Cabezabellosa, lo que nos deja una ascensión, que para bici de carretera la colocarían entre las más duras de todo el Sistema Central y de la propia Comunidad de Extremadura. El tramo hormigonado es de unos  3,6 kilómetros (a noviembre de 2021), en tanto que la cima del Pico Pitolero se encuentra un kilómetro más adelante (pista de gravilla, hoy por hoy).
La vertiente del alto de Cabezabellosa utilizada para ascender al Pico Pitolero, en esta ocasión, fue la que se toma desde más al sur, aquella que empieza por debajo de los 400 metros, en el río Jerte, aquella que atravesará El Torno con dirección a Cabezabellosa y en kilómetro 9,2 toma el desvío al Pico Pitolero. El primer tercio, hasta el Torno, es de una gran belleza, se desarrolla sobre asfalto y cuenta ya con zonas duras (un kilómetro intermedio a casi el 10%, varias rampas de 11-12% en largas rectas) y sirve de balcón, aún tranquilo, del valle del Jerte y de la impresionante cara Oeste del Piornal, aquella que se puede afrontar, principalmente, desde Valdastillas o desde Cabrero. Pasado el tercer kilómetro nos encontramos el Mirador de la Memoria, bello mirador sobre el valle, y un Monumento a los olvidados de la Guerra Civil y de la Dictadura: "Sierra y Libertad".
Pasado el mirador nos "tropezamos" con una larga recta (a más del 10%) que será el primer punto de gran dureza del puerto, y que nos aproximará rápidamente a El Torno, donde poco antes se suavizará la subida. Tomamos el desvío a Cabezabellosa antes de adentrarnos en las calles de la localidad (única en toda la subida) y ahora la subida se "cierra" y se vuelve "más calmada"... Alguna que otra rampa, algo de llano, y un pequeño altillo, tras el cual, sobrepasado el kilómetro 9, tomamos un desvío por una pista cementada en la que indican Pico Pitolero (Cabezabellosa). A partir de este punto, dejamos un puerto agradable y nos introducimos en un "infierno" de casi 4 kilómetros. El primer tramo duro es muy escénico, con varias herraduras y muchas rampas que ya se van por encima del 15 y del 20%. Por fortuna para nosotros hay un pequeño descansillo que alivia nuestras piernas y le resta continuidad. De no ser por eso tendríamos al rival extremeño del Angliru, pero aún así se queda en una potente subida que sí puede rivalizar con otras del Sistema Central. Menos mal, sí, porque se vienen otros 700 metros de órdago, con más rectas, un ascensor tremendo que nos eleva, allá atrás, sobre Plasencia y el Embalse del Jerte. Las vistas son colosales, pero no se puede tener todo. O te posas y contemplas y fotografías con calma, o pedaleas concentrado al 100% para no caerte. Pero se viene otro descansillo y rampas por debajo de los dos dígitos que nos llevan al apoteósico final, entre rocas, con un paisaje abierto, con tramos de hormigón aquí ya más descarnado, que sumados a la fatiga obvia a estas alturas de la ascensión, dificultan más la pedalada. Las rampas a más del 20% también ayudan lo suyo, pero la subida va concluyendo y el lejano Pico Pitolero y sus antenas se van acercando. Sopla el viento, finaliza la ascensión, conquistamos el colosal Pitolero un kilómetro más adelante, cuando las rampas van lentamente remitiendo hasta casi hacerse imperceptibles para nuestras doloridas piernas.
También se puede afrontar la parte final de otras maneras: subiendo desde el Jerte por el Rebollar y el Torno, o bien subiendo por Villar de Plasencia y Cabezabellosa (localidad). He optado por la más dura, estimo, la más corta y que tiene una pendiente media superior globalmente.
El Pico Pitolero, al contrario de su "rival extremeño" en dureza, el Pico Villuercas, cuenta con grandes puertos alrededor para conformar una grandiosa etapa de alta montaña. Cerca se encuentra el Piornal con sus innumerables vertientes, Honduras, el propio Cabezabellosa, el Rabanillo y algo más alejados Lagunilla o el Cerro...
En conclusión, una colosal ascensión de casi 1000 metros de desnivel, con fortísimas rampas, paisaje supremo, que, para "los carreteros", en este 2021, ha venido, parece, para quedarse...



Éste es el perfil de la ascensión:


Y ahora unas imágenes:



La subida, en Google Maps: