-antesala de los gigantes-
Un
aperitivo de los gigantes. Así podríamos denominar a la preciosa
ascensión al monte Buño, en el concejo de Tineo, en el infinito
Occidente asturiano. Casi 10 kilómetros a menos de un 5% de pendiente
media. Números que parecen no decir gran cosa si se mira por encima...
Pero esta subida engaña ya desde el principio, al sumergirnos, tras la
localidad de Gera, en un par de kilómetros muy duros (por encima del
8%), con pendientes que alcanzan puntualmente el 12%. Un recibimiento
espectacular, por una impecable carretera, casi solitaria, agradable
para disfrutar del cicloturismo. Pero llega un terreno suave, casi
llano, que rebaja la categoría del Monte del Buño y lo sitúa un peldaño
por debajo de los gigantescos colosos que se encuentran más al
occidente que éste: La Marta, el Palo o el Pozo de las Mujeres Muertas.
Tras pasar Villameana vuelve la tensión y progresivamente aumenta la
pendiente, hasta coronar un altillo en Fontalba. Descendemos, de forma
muy abrupta, y afrontamos el terrible tramo final, de menos de 3
kilómetros. Parte definitiva realmente escénica (como veréis en las
imágenes) al paso del pueblo de La Corcolina, con varias herraduras y
rampas que llegan al 17%, la subida no dará tregua alguna hasta
coronar, a 868 metros de altitud, tras casi 10 kilómetros de ascenso.
Seguramente
más conocido el alto de Chavadoira (como reza el cartel de puerto) o
Lavadoira, que este Monte del Buño, que corona 62 metros por encima, de
ahí que hiciera la altimetría hasta ahí. La ascensión, lógicamente, es
un aperitivo perfecto, como ya he dicho antes, de La Marta o el Palo.
Éste es el perfil de la ascensión: