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La Llomba Carqueixa
-por Bobia oeste-
-por Bobia oeste-
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El
occidente asturiano, ese filón de subidas y más subidas. Ese es el
rincón donde se desarrolla esta ascensión que podemos dividir en
tres: el primero, por una carretera ancha y escasa pendiente;
luego el que se refiere al ascenso al alto de la Bobia en sí, con
rampas sostenidas en torno al 7-8%, y, finalmente, el tercero, el que
se corresponde con la carretera del parque eólico, sucesión de rampas
muy duras (de dos dígitos) y bajadas que menguan la pendiente media...
Nos situamos en la localidad de Villapedre, en una rotonda en la N-634 en la que tomamos dirección Anleo. Atravesamos los pueblos de Polavieya y Somorto antes de girar a la izquierda, cuando llevamos unos 2,5 kilómetros por una carretera en muy buen estado. Sería este el punto en el que podriamos situar el arranca del alto de la Bobia (no os confundais con el coloso situado algo más al oeste), puerto que se incluyó allá por la Vuelta 2007 en una etapa que concluía en Luarca:
Nos situamos en la localidad de Villapedre, en una rotonda en la N-634 en la que tomamos dirección Anleo. Atravesamos los pueblos de Polavieya y Somorto antes de girar a la izquierda, cuando llevamos unos 2,5 kilómetros por una carretera en muy buen estado. Sería este el punto en el que podriamos situar el arranca del alto de la Bobia (no os confundais con el coloso situado algo más al oeste), puerto que se incluyó allá por la Vuelta 2007 en una etapa que concluía en Luarca:
Ascenso
escénico, precioso, con esas dosis justas de dureza (rampas sobre el
7-8%), curvas de herradura, y tramos tan espectaculares como el del
paso por Busmargali, que será la última localidad que encontramos en el
puerto. El cartel de la Bobia cerrará el segundo tramo de ascensión y
abre paso al coloso llamado Llomba Carqueixa, uno de los puertos,
quizá, más desconocidos de Asturias. Como Espines de Foz (o Cuchu
Puercu) sirve para enlazar las carreteras del Cordal y la Cobertoria,
aquí esta carretera nos encadenará, a golpe de rampón (muy similares
ambas) las subidas de la Bobia y el Segredal.
El primer kilómetro tras el desvío es el más duro (a más del 11% de pendiente media) y nos elevará sobre el Cantábrico. Las vistas son colosales, pero aún no disfrutables completamente entre nuestros golpes de riñón. Las torres eólicas observadoras de nuestro esfuerzo, como gigantes riéndose de nuestras pedaladas cada vez más lentas, servirán para enlazar tramos duros con bajadas que impiden que podamos encontrar el ritmo adecuado. Así es esta Llomba Carqueixa por esta vertiente de la Bobia. Por el Segredal puede ser otra historia, puesto que desde la carretera de esta subida hasta la Llomba hay poco más de un kilómetro...
La Llomba Carqueixa se corona a 725 metros de altitud tras 12,9 kilómetros a una pendiente media próxima al 5% (engañosa, como decíamos al principio). Por vistas, dureza, espectacularidad, uno de los colosos más interesantes de Asturias y que bien puede enlazarse con el gran puerto de La Marta-Bustantigo... Ahí es nada.
El primer kilómetro tras el desvío es el más duro (a más del 11% de pendiente media) y nos elevará sobre el Cantábrico. Las vistas son colosales, pero aún no disfrutables completamente entre nuestros golpes de riñón. Las torres eólicas observadoras de nuestro esfuerzo, como gigantes riéndose de nuestras pedaladas cada vez más lentas, servirán para enlazar tramos duros con bajadas que impiden que podamos encontrar el ritmo adecuado. Así es esta Llomba Carqueixa por esta vertiente de la Bobia. Por el Segredal puede ser otra historia, puesto que desde la carretera de esta subida hasta la Llomba hay poco más de un kilómetro...
La Llomba Carqueixa se corona a 725 metros de altitud tras 12,9 kilómetros a una pendiente media próxima al 5% (engañosa, como decíamos al principio). Por vistas, dureza, espectacularidad, uno de los colosos más interesantes de Asturias y que bien puede enlazarse con el gran puerto de La Marta-Bustantigo... Ahí es nada.