Llano de las Ovejas
por Peñalba de Santiago



En la presentación de la Vuelta a España de 2025, sí, en 2025, el director de la Vuelta, el señor Javier Guillén indicó que en España no era un país donde se pudieran hacer grandes etapones, en una manera de contradecirse, en principio, a sí mismo, vistos los precedentes de grandes etapas de montaña que hemos visto desde que dirige la carrera (2008).


Pero si contradictorio es lo señalado por el sr. Guillén (cuanto menos contradictorio), lo señalado por un periodista de la categoría de Javier Ares aún se entiende menos. Y en el vídeo mismo podéis escuchar sus palabras, extraídas de este enlace (su propio canal de youtube).
Toda esta introducción viene a colación del puerto, más bien la vertiente, que llega a la web: el Llano de las Ovejas por Peñalba de Santiago: una subida de más de 35 kilómetros y un desnivel acumulado superior a los 1600 metros, y un coeficiente superior a los 400 (como sólo alcanzan los Gamoniteiru, Angliru o Veleta).
Comenzamos la medición de esta subida en Ponferrada (sede del Mundial de ciclismo de 2014, cuyas deudas se prolongan durante más de diez años...) cerca del puente sobre el río Boeza y de la bifurcación de la carretera que sube al Morredero por Salas de los Barrios (vertiente ya presentada en la web en su día) y la que lo afronta por Peñaba de Santiago. Esta segunda es la que vemos ahora y cuenta con un pequeño puerto (San Lorenzo) que ya sirve de calentamiento por sus rampas en torno al 6-7% por una carretera en buen estado (y aún ancha). Un pequeño descenso de casi dos kilómetros nos conduce a San Esteban de Valdueza y un cruce en el que seguiremos hacia Peñalba de Santiago, dejando la subida al Campo de las Danzas (tres subidas ya en este pequeño párrafo y aún dicen que no hay terreno para hacer etapones...).

Una vez tomamos el desvío la carretera se va estrechando, adentrándose, a su vez, en un frondoso bosque que nos acompañará, y nos protegerá hasta bien pasado el pueblo de Peñalba de Santiago. Estos primeros kilómetros (unos 7-8) son muy suaves, aunque la tendencia ascendente  es bastante constante al paso por Valdefrancos y San Clemente de Valdueza. Las primeras rampas de consideración no llegarán hasta las estribaciones del desvío a Montes de Valdueza, cuando atravesamos un par de curvas de herradura y rampas ya de dos dígitos. Pero tras este tramo entramos en otro descansillo que, ahora sí, será el ideal para tomar fuerzas porque es el preludio de lo más duro de la subida: un tremendo tramo de casi 9 kilómetros a una pendiente media del 9,2%. Pero vayamos por partes...
Lo más duro de esta subida no viene a partir de Peñalba de Santiago, no, sino ya un par de kilómetros antes cuando empezarán a sucederse las rampas del 12, 13, 14 y 15%, con varias "herraduras" y largas rectas. Y aún estás, por aquello de dar moral, en la mitad de la subida (kilómetro 17, 18). Poco antes de alcanzar Peñalba de Santiago, en la misma entrada, hacemos un giro de 180º para seguir hacia el aparcamiento y el alto del Morredero por el alto de la Cruz, esta vertiente que fue asfaltada en 2018.
La dureza se mantiene, pero lo más destacable ahora será que la carretera se abre completamente, característica ésta que "la hace ideal para el verano" (jeje). El singular tramo, con varias y notables herraduras se prolonga durante más de tres kilómetros y desemboca en la carretera general de acceso al puerto del Morredero (y los Portillinos y el Llano de las Ovejas), mucho más abierta aún, más expuesta a la influencia del viento, aunque más colosal todavía. Las pendientes aquí oscilarán en torno al 7-8% durante los kilómetros que quedan hasta el desvío a la estación del Morredero (primero) y poco más adelante al propio puerto del mismo nombre, descendiendo luego durante unos cientos de metros, y ya en busca del puerto de los Portillinos, el cual será más difícil de alcanzar por el estado de la carretera (algo más deteriorado, en julio de 2025) y las fuertes rampas (otro kilómetro a más de 10% de pendiente media). Hasta los 1887 metros de altitud llega los Portillinos (no a los 1957 metros, como indica el cartel), pero todavía no será suficiente, todavía habrá que "remar" más todavía. Entramos en un largo cresteo  de algo más de tres kilómetros sumados a dos finales con rampas de nuevo serias (sobre el 5%) que, por fin, llegan a la cima de cimas, al Llano de las Ovejas, junto al Pico Teleno, a 1959 metros de altitud.
Un puerto que, por esta vertiente, puede venir precedido de Foncebadón, para seguir después hasta el puerto del Peñón (con final en la Laguna de los Peces, por ejemplo) o Fonte da Cova (y final en el escénico Mirador de Orellán, junto a las Médulas, ahí es nada).

Éste es el perfil de la ascensión:


Y ahora unas imágenes:



La subida, en Google Maps: