La Vuelta que lo empeora

 
Tercera etapa del tríptico del Cantábrico o Astur-leonés, o como quiera llamársele, y, como se ya vaticinó aquí allá por el mes de enero, cuando la carrera fue presentada, bloqueo total y absoluto. Mucha emoción, sí, mucha, porque a falta de una semana para finalizar la Vuelta no se sabe quién será el ganador, algo que suele ocurrir también con recorridos más equilibrados. Pero hemos "disfrutado" de dos semanas de carrera en donde el ataque más lejano entre los favoritos se ha producido ya en La Huesera (metro arriba, metro abajo). Un ciclista, por mucho que se quiera, no es una máquina que pueda atacar en todos los lugares y a todas horas: el organizador, el diseñador del recorrido, debe favorecer a todos los ciclistas, a todos los especialistas por igual (o al menos, lo más equilibradamente posible) y Unipublic ya debiera saber a estas horas que las etapas que todo aficionado guarda en la memoria en estos años no han tenido ni un solo "muro" (Fuente Dé en 2012, Cercedilla en 2015 y Formigal en 2016). El resto han tenido una resolución más o menos atractiva o decisiva para la general, pero sin llegar a las cotas de exaltación que tod@s, o casi tod@s los que seguimos este deporte, tuvimos con las etapas mencionadas. Esta historia de los trípticos ya viene de muy lejos y por aquí quedó escrito: impide ver movimientos lejanos de los favoritos y desaprovecha y hace peores muchas ascensiones. En 2014 se proyectaron finales en Camperona, Lagos y Farrapona, en tanto que en 2015, en Fuente del Chivo, Sotres y Ermita de Alba. Os invito a ver todas y cada una de ellas, incluso lo que dijisteis o escribisteis: "estos ciclistas es que no atacan", "es que no corren para ganar" y muchas otras lindezas por el estilo. Sin embargo en 2015, la última llegada en alto tuvo lugar a seis días del final, con tres etapas con final en bajada o llano y una crono entre las restantes. Pues bien, se produjeron más ataques lejanos que en toda esta Vuelta y la anterior...
En esta ocasión, se planeó un recorrido de media montaña por la zona oriental de Asturias, plagado de trampas, pero donde ningún "gallo" hace movimientos porque al final se asciende el peor puerto del día, el que tiene las peores rampas.


FOTO: @lavuelta

La etapa transcurrió como de costumbre: se conforma una escapada con varios corredores que esperan que la batalla entre los conjuntos de los favoritos se retrase lo más posible. Esta vez, como ayer en Les Praeres, ha sido en balde porque Astana se ha puesto a tirar a bloque ya desde poco antes del segundo paso por el Fito. Poco a poco la diferencia se ha ido reduciendo y el grupo de los favoritos, menguado más y más a medida que nos acercábamos a meta, ya en plenos Lagos de Covadonga, porque la batalla se ha desarrollado en los 8 últimos kilómetros. Luchador, una vez más, Ivan García Cortina fue el último de los de la fuga que fue capturado por el grupo de selectos y a partir de ahí una sucesión de ataques, con mayor o menor fortaleza, que apenas han servido para que las diferencias entre los favoritos sean de segundos. Con más fuerza se fue Pinot, aunque hay que tener en cuenta que la vigilancia que se ejerce entre corredores como Valverde, Yates, López o Quintana no es la misma que recibe el francés, puesto que éste está algo más alejado en la General... algo, pero no perdido en la General. Con un recorrido más equilibrado, Thibaut Pinot lo intentaría desde más lejos, de eso no cabe duda, pero, con lo que hay: ¿dónde?
López y Quintana son dos corredores de ascensiones grandes, de mucho tiempo de escalada, como ya demostraron en otras ocasiones (más allá del estado de forma actual de cada uno de ellos), en tanto que Valverde es más un corredor explosivo. ¿Qué esperamos que hagan? ¿Lo que no está en su propia naturaleza? ¿Dónde esperais que Kruijswijck haga uno de sus movimientos de alta montaña? ¿Tal vez en Bada (un puerto de 250 metros de altitud) o en la Faya de los Lobos?
Duele ver esta Vuelta que hace empeorar a ciclistas, más allá de los elogiables intentos, muchos intentos, en las escapadas del día. Si hace tres años aún teníamos por delante jornadas en Riaza o Cercedilla; hace seis, con aquella etapa de Fuente Dé, distinta a los "muros" que jalonaron aquella Vuelta, en esta ocasión, llegadas a Oiz, Naturlandia y Canolich, con una CRI por el medio. ¿Dónde esperais que pase algo de lejos?