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La ruta Pierre Saint Martin
Fotos y más fotos en el extraordinario colofón que los dioses nos tenían preparado
Para
nuestro último día de estancia en los Pirineos por este año las
previsiones eran mucho mejores tanto a un lado como a otro de los
Pirineos, con lo que pensábamos en cuál era la opción más destacada
para poder cerrar a lo grande. Teniendo en cuenta que luego había que
hacer un largo viaje de vuelta a casa optamos por hacer un "sube-baja"
a la Pierre Saint Martin por su vertiente de Les Athas (o la de
Osse-en-Aspe).
La
ruta, finalmente, quedó así, con la Pierre Saint Martín desde Les Athas
y bajando algunos kilómetros hacia España, con lo que el acumulado se
iba a unos 66 kilómetros y 2000 metros (Pincha en la imagen para ver el recorrido en el vídeo de la aplicación RELIVE)
Dejamos el coche en Osse-en-Aspe
en previsión de descender por esa vertiente para finalizar, pero
ascendemos por Les Athas, cuya subida se inicia a poco más de un
kilómetro.
Carretera estrecha, rugosa, con zonas
de bastante gravilla, y rampones combinados con descansillos,
desembocará en un cruce con la carretera que sube desde Osse-en-Aspe,
iniciándose desde ahí un descenso bastante brusco (que ni nos
imaginábamos atendiendo a las revistas que habíamos visto en las
últimas horas).
La segunda parte de la ascensión se
corresponde con el Col de Labays, una auténtica joya similar a la
primera parte de subida, aunque más duro.
Y salimos, definitivamente, a la
carretera que proviene de Arette, bastante más ancha, y en mejor
estado, como podéis ver aquí. El puerto se abre completamente y
espectáculo visual va tomando tintes colosales.
A partir del col de Soudet (a
más de 1500 metros de desnivel) el puerto no dará tregua en cuanto a
belleza, con especial atención al tramo posterior a la estación de
esquí: impresionante.
Tras la larguísima vertiente de Les Athas, bajamos unos kilómetros por la vertiente española y, bueno... ¡¡¡disfrutemos!!!
Fotos y más fotos en el extraordinario colofón que los dioses nos tenían preparado
Realizamos la bajada por la
vertiente del col de Houratate, una nueva sorpresa, y con el que nos
despedimos de los Pirineos hasta una proxima ocasión. Cuatro días,
cuatro rutas, con muchísimos puertos y muy variados en donde lo mejor
ha sido recuperar el sabor inigualable que tiene rodar con tu grupeta y
compartir vivencias y esta preciosa experiencia.
¡¡¡Hasta la próxima, amigos, y que sea muy pronto!!!