39x28 ALTIMETRÍAS
La Borrachera del "Cuestucho"
Perfil de ruta de los que me gustan...
La salida es a las ocho de la mañana desde un aparcamiento próximo a Alpedrete y allí me encuentro con Javi y Paco, otro de los socios rodadores del sur.
Los primeros kilómetros son de rodaje hacia Moralzarzal y Cerceda, desde donde afrontamos el primero del día: Navacerrada (no enlazo perfil, que aún está pendiente la vertiente que subimos, la de Cerceda). A esa altura se une otra chica, Iby, quien se cae...y por fortuna será el único incidente digno de mención y sin más daño que el llamado "chapa y pintura", que eso siempre es positivo en una ruta de este tipo, con el tráfico que encontramos en buena parte del recorrido y algunos descensos complicados (más por el irregular estado de las carreteras).
Coronamos el puerto de Navacerrada sin mayor problema y guardando fuerzas (y subiendo con mucha calma, que queda mucha "tela que cortar" y no hay mucha confianza en las fuerzas, yo al menos).
Tras la bajada de Navacerrada por el lado de Segovia, vertiente que está en un horrible estado, se hace un nuevo reagrupamiento en La Granja. Día y temperaturas espectaculares, como se ve aquí...
Tras el pestoso tramo entre La Granja y Navafría, "negociamos" con la organización esta rápida parada para el café, bebida por la que suelo salir en bici la mayor parte de los días...y esta vez no iba a ser menos. Cafetín, bici y a seguir.
Nos ponemos en marcha de nuevo detrás de todo el grupo, que se ve allí a lo lejos.
Y entramos en la parte espectacular de Navafría, los 5-6 últimos kilómetros entre pinos que proporcionan abundantes sombras, ideales para días como éste.
Y alcanzamos el segundo del día, Navafría.
En Lozoya un nuevo reagrupamiento, tras la bajada, ésta más comoda, y ya encaminados al tercero del día, el habitualmente comentado como "puerto suave", Canencia. Puerto con una primera parte de unos 9 kilómetros de repechos, bajadas, llano, y otros 5 que se agarran y que te pueden dejar...tocado
Y con esta guisa después de pasar el peor momento de toda la ruta, penando por la última parte de Canencia y pensando lo mal que lo iba a pasar a partir de entonces...
Y aquí la foto no oficial de grupo (como es obvio) en el cartel de Canencia, el tercero del día, y ya algunos (todos, seguramente), pensando en la comida.
A esta altura de Miraflores realizamos la comida, que llevábamos en la furgo de apoyo, un lujazo en este tipo de rutas.
Y tras la comida nos espera Morcuera, cuya cima se ve allí arriba y allí al fondo, con Paco en primer plano, que subirá, como se suele decir, como "los ángeles" y que pierdo de vista rápidamente. Paco, a quien había visto renegar de las cotas del sur, escalando de manera impresionante. Está visto que me lo tengo que llevar a la Borrachera de Puertos...
Y cae el cuarto del día, Morcuera, pasando ya de los 3000 metros de desnivel y unos 130 kilómetros... Calculando, esto se va a ir por encima de los 180 que me decía Javi... y yo dos años sin hacer tantos kilómetros en un día...
Volvemos a hacer una parada para café en Rascafría que viene ideal para afrontar con más garantías el último: Cotos.
Cotos, puerto largo, pestoso, más con una tostada como la que traemos en cima, es el puerto en el que mejor me lo paso. Me vienen más fuerzas sobre las piernas y, sorprendentemente, "tiro de plato" hasta la mitad de puerto... Luego "reductora" y hasta arriba. Los misterios del cuerpo humano y de la mente: pensar que vas a ir a peor...y vas a mejor (pinchando en la imagen puedes ver vídeo de la llegada).
Y aquí posamos en la cima de Cotos, el quinto del día, con estas caras mezcla de agotamiento y de felicidad, que cinco puertos no se hacen todos los días...
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Necesitaba
algo así... Decir que necesitas hacer 193 kilómetros, cinco puertos,
3800 metros de desnivel y una jornada maratoniana, puede parecer de
loc@s a muchos, pero es como lo siento. Un estado de ánimo tocado en
los últimos meses por muchas cosas, algunas relacionadas con la bici,
otras que nada tienen que ver. El ciclismo, como el fútbol, es un
estado de ánimo (haciendo un símil con la famosa frase de Jorge
Valdano) y, repito, necesitaba pedalear y pedalear hacia arriba
sintiéndome vacío, pero avanzando igual, porque no entiendo otra manera
de hacer y de disfrutar el ciclismo, el deporte más maravilloso del
mundo. Seguir, subir sin parar y nunca rendirse.
A lo largo de la semana había hablado con Javi, colega de salidas por las Vegas, por el sur de Madrid, a quien ya había "reclutado" en su día para la Borrachera de Puertos (para la última que hemos podido hacer, por cierto), para planear algo para el domingo 7 de junio, y, entonces, me comentó el "reto de los cinco puertos" que su club de Alpedrete, el Cuestucho, había convertido ya en un clásico. Como la meteorología se alineo a mi favor y el sábado no era benévola, desde el club optan por posponerla un día, lo cual me venía "de lujo" (para poder asistir). No podía resistirme a cinco puertos... ¡y qué puertos!
A lo largo de la semana había hablado con Javi, colega de salidas por las Vegas, por el sur de Madrid, a quien ya había "reclutado" en su día para la Borrachera de Puertos (para la última que hemos podido hacer, por cierto), para planear algo para el domingo 7 de junio, y, entonces, me comentó el "reto de los cinco puertos" que su club de Alpedrete, el Cuestucho, había convertido ya en un clásico. Como la meteorología se alineo a mi favor y el sábado no era benévola, desde el club optan por posponerla un día, lo cual me venía "de lujo" (para poder asistir). No podía resistirme a cinco puertos... ¡y qué puertos!
La salida es a las ocho de la mañana desde un aparcamiento próximo a Alpedrete y allí me encuentro con Javi y Paco, otro de los socios rodadores del sur.
Los primeros kilómetros son de rodaje hacia Moralzarzal y Cerceda, desde donde afrontamos el primero del día: Navacerrada (no enlazo perfil, que aún está pendiente la vertiente que subimos, la de Cerceda). A esa altura se une otra chica, Iby, quien se cae...y por fortuna será el único incidente digno de mención y sin más daño que el llamado "chapa y pintura", que eso siempre es positivo en una ruta de este tipo, con el tráfico que encontramos en buena parte del recorrido y algunos descensos complicados (más por el irregular estado de las carreteras).
Coronamos el puerto de Navacerrada sin mayor problema y guardando fuerzas (y subiendo con mucha calma, que queda mucha "tela que cortar" y no hay mucha confianza en las fuerzas, yo al menos).
Tras la bajada de Navacerrada por el lado de Segovia, vertiente que está en un horrible estado, se hace un nuevo reagrupamiento en La Granja. Día y temperaturas espectaculares, como se ve aquí...
Tras el pestoso tramo entre La Granja y Navafría, "negociamos" con la organización esta rápida parada para el café, bebida por la que suelo salir en bici la mayor parte de los días...y esta vez no iba a ser menos. Cafetín, bici y a seguir.
Nos ponemos en marcha de nuevo detrás de todo el grupo, que se ve allí a lo lejos.
Y entramos en la parte espectacular de Navafría, los 5-6 últimos kilómetros entre pinos que proporcionan abundantes sombras, ideales para días como éste.
Y alcanzamos el segundo del día, Navafría.
En Lozoya un nuevo reagrupamiento, tras la bajada, ésta más comoda, y ya encaminados al tercero del día, el habitualmente comentado como "puerto suave", Canencia. Puerto con una primera parte de unos 9 kilómetros de repechos, bajadas, llano, y otros 5 que se agarran y que te pueden dejar...tocado
Y con esta guisa después de pasar el peor momento de toda la ruta, penando por la última parte de Canencia y pensando lo mal que lo iba a pasar a partir de entonces...
Y aquí la foto no oficial de grupo (como es obvio) en el cartel de Canencia, el tercero del día, y ya algunos (todos, seguramente), pensando en la comida.
A esta altura de Miraflores realizamos la comida, que llevábamos en la furgo de apoyo, un lujazo en este tipo de rutas.
Y tras la comida nos espera Morcuera, cuya cima se ve allí arriba y allí al fondo, con Paco en primer plano, que subirá, como se suele decir, como "los ángeles" y que pierdo de vista rápidamente. Paco, a quien había visto renegar de las cotas del sur, escalando de manera impresionante. Está visto que me lo tengo que llevar a la Borrachera de Puertos...
Y cae el cuarto del día, Morcuera, pasando ya de los 3000 metros de desnivel y unos 130 kilómetros... Calculando, esto se va a ir por encima de los 180 que me decía Javi... y yo dos años sin hacer tantos kilómetros en un día...
Volvemos a hacer una parada para café en Rascafría que viene ideal para afrontar con más garantías el último: Cotos.
Cotos, puerto largo, pestoso, más con una tostada como la que traemos en cima, es el puerto en el que mejor me lo paso. Me vienen más fuerzas sobre las piernas y, sorprendentemente, "tiro de plato" hasta la mitad de puerto... Luego "reductora" y hasta arriba. Los misterios del cuerpo humano y de la mente: pensar que vas a ir a peor...y vas a mejor (pinchando en la imagen puedes ver vídeo de la llegada).
Y aquí posamos en la cima de Cotos, el quinto del día, con estas caras mezcla de agotamiento y de felicidad, que cinco puertos no se hacen todos los días...
Ya
sólo queda descender hacia el aparcamiento de donde habíamos salido,
unos 17 kilómetros de rápida bajada, aunque incómoda por el tráfico,
claro.
En
conclusión, un día de auténtico lujo de cicloturismo, con un espíritu
que me hizo recordar esas "Borracheras de Puertos" que tanto echo
(echamos) de menos y que espero (esperamos) que vuelvan pronto. Un
placer compartir pedaladas con todos los integrantes de este club y
gracias por dejarme compartir este maravilloso reto con tod@s vosotr@s,
"el reto de los Cinco Puertos" cuyo nombre he cambiado por el de
"Borrachera del Cuestucho", una mezcla entre ambos retos. Espero que un
día podamos vernos en Asturias para hacer juntos una Borrachera...de
Puertos. ¡¡¡Estais invitad@s!!!