GAVIA 1988


Tiempo para recordar otra jornada épica del Cilismo. 5 de Junio de 1988, 14ª etapa del Giro de Italia, Chiesa Van Malenco – Bormio, de 120 km, con la subida a Aprica y al Passo di Gavia.


Amaneció lloviendo, como no podía ser de otra forma. Al poco de empezar la etapa se escapan Joho y Pagnin, que coronan Aprica bajo la lluvia, y empiezan el Gavia en cabeza. El Gavia, unos 18 km al 7,9%, y cima a 2621 m de altura, sólo se había subido una vez en el Giro, en 1960, con victoria de Charly Gaul.


El primero que salta del pelotón, ya en el Gavia, es Johan Van de Velde, que solo llevaba la maglia ciclamino, ni chubasquero, ni manguitos, ni nada para protegerse del frío. En poco tiempo adelanta a los fugados, y se dirige como una bala hacia la cima en solitario, bajo una tormenta de nieve.        



Por detrás, Andrew Hampsten lanza un ataque seco que nadie puede seguir, aunque pocos kilómetros después Breukink consigue darle caza. Atrás ya no importaba la carrera. Luchaban por la supervivencia.  

Van der Velde corona con un minuto de ventaja sobre el dúo Breukink-Hampsten. Los demás, según coronaban, buscaban abrigarse con cualquier cosa, e incluso el público les frotaba las manos para hacerlos entrar en calor.

 
 

Las noticias que llegaban de cabeza, era que Hampsten había dejado a Breukink y era cabeza de carrera. Pero a menos de 10 km Breukink se recupera y pasa a Hampsten. Al final Erik Breukink ganaba la etapa, con 7” sobre Hampsten (que se pondría líder y ya no se quitaría la maglia rosa ese año). A 4’ 39”, llegaba Tomasini, A más de cinco, llegaba el hasta entonces líder Chioccoli; a 7’08”, Delgado; 9’21”, Bernard; y a 30 minutos Moser y Visentini.


¿Qué fue de Van der Velde? Habia coronado en cabeza el Gavia, y tras ponerse un chubasquero, se lanzó para abajo. Pero a los 2 kilómetros, no aguantó más el frío, y se refugió en una de las rulottes de los aficionados. Tras calentarse lo que pudo, volvió a poner sus “pendientes reales” en funcionamiento, y llegó a duras penas a meta, a 46 minutos y 49 segundos del vencedor. 

En este vídeo se ve a los corredores en meta, que más que venir de una etapa, vienen de la guerra: