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Descubriendo los Ibores
Tras superar las últimas dificultades, foto junto a las ruinas romanas cercanas al embalse de Valdecañas. La ruta, de menos de 100 kilómetros, se nos ha ido a los 1600 metros de desnivel (y con los 20 últimos kilómetros favorables, casi siempre en bajada). Puertos no excesivamente altos, pero terreno sorprendentemente duro: así es esta comarca de Los Ibores.
Los Ibores es una comarca de la
provincia de Cáceres situada en el extremo oriental de la misma, con
profundos valles y altitudes que alcanzan en torno a los 700-800
metros. No hay grandes puertos de montaña por la zona, pero el terreno
tampoco es plano, sino que es una sucesión continua de ascensos y
descensos, en su mayoría por carreteras en bastante buen estado.
Nuestro punto de partida es la localidad de Peraleda de la Mata, pequeña población cercana al límite con Toledo. Callejuelas, en su gran mayoría, de cemento, pocos carteles indicadores y salida del pueblo en busca de la carretera principal, la EX-118, la autonómica que, de Navalmoral de la Mata (la población más importante de la zona), tomará dirección sur en busca de Guadalupe, atravesando el valle de Ibor.
Nuestro punto de partida es la localidad de Peraleda de la Mata, pequeña población cercana al límite con Toledo. Callejuelas, en su gran mayoría, de cemento, pocos carteles indicadores y salida del pueblo en busca de la carretera principal, la EX-118, la autonómica que, de Navalmoral de la Mata (la población más importante de la zona), tomará dirección sur en busca de Guadalupe, atravesando el valle de Ibor.
Nuestro recorrido se encuentra,
ya al principio, con el embalse de Valdecañas, cercano al cual se
encuentran unas ruinas romanas que inmortalizaremos a la vuelta...
Cuando llevamos en torno a los
diez kilómetros alcanzamos la localidad de Bohonal de Ibor, donde
giramos en busca de Mesas de Ibor por una carretera algo más estrecha y
con tendencia ascendente.
Ese primer ascenso, leve aún en
comparación con lo que viene a continuación, nos deja al pie de ese
puente que se ve al fondo y que será punto de arranque del puerto de
Valdecañas, del irregular puerto de Valdecañas, en cuya primera parte,
quizá la más dura, hay obras de acondicionamiento, lo que nos obliga a
salvar alguna rampa considerable en el desvío provisional.
Poco antes de llegar a Mesas de
Ibor parece que la subida ha finalizado, pero no, continuará durante
varios kilómetros más, bastante escénicos, mostrándonos Gredos, a lo
lejos y el embalse de Valdecañas que atravesábamos al principio.
En mitad de la bajada del puerto
de Valdecañas habremos de desviarnos hacia la carretera que se dirige a
Deleitosa para acometer el "punto caliente" del día: el Collado del
Puerto. Allí encontramos este cartel que nos indica la entrada al Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, aprobado como Geoparque en 2011.
Tras descender hasta la Garganta
de Descuernacabras, arranca la ascensión al gran puerto del día, cuya
denominación he tomado de la web Sigpac como Collado del Puerto, si
bien en algunos lugares aparece como subida del Campillo...
Primera parte uniforme, con
pendientes al 5-6% (hasta Campillo de la Deleitosa), pero después se
suceden los rampones que alcanzan hasta el 16-17%. Un puerto que nos
sorprendió, sin ninguna duda...
Tras coronar se sucederán varias
ascensiones, repechos de mayor o menor importancia que no harán más que
seguir aumentando el desnivel, alcanzando, rápidamente, los 1000 metros
de acumulado. Aquí en pleno ascenso a Robledollano, donde comeremos
para afrontar con garantías la última fase de la ruta.
Bajada de Robledollano... Aún quedará la ascensión a Castañar de Ibor, con carteles indicadores de pendientes al 9%.
En Castañar de Ibor volvemos a
la carretera autonómica EX-118 que habíamos abandonado en Bohonar de
Ibor, tomando sentido Navalmoral de la Mata. En el otro, a
Guadalupe, pasando la Ermita del Humilladero, una carretera francamente
dura... Pero por este otro sentido, también. Aún con tendencia
ascendente y el viento soplando de cara, hace que estos kilómetros
finales se hagan duros, bastante duros.
Tras superar las últimas dificultades, foto junto a las ruinas romanas cercanas al embalse de Valdecañas. La ruta, de menos de 100 kilómetros, se nos ha ido a los 1600 metros de desnivel (y con los 20 últimos kilómetros favorables, casi siempre en bajada). Puertos no excesivamente altos, pero terreno sorprendentemente duro: así es esta comarca de Los Ibores.