Col du Portet


En  la moda reciente de asfaltado para que llegue una carrera ciclista, el Tour de Francia se subió al barco en 2018 con el col du Portet, en las estribaciones de la localidad de Saint Lary Soulan, famosa por ser lugar de partida de la llegada a Pla D'Adet. De hecho hasta en diez ocasiones fue final de etapa en la carrera francesa la estación de esquí situada "justo encima" de Saint Lary (hasta 2023). El estreno fue en la etapa de 65 kilómetros que salía de Bagneres de Luchon y ascendía previamente Peyragudes y Azet:


Etapa en la cual resultó ganador el ciclista colombiano de Movistar, Nairo Quintana:



En 2021 el Tour volvió a incluir este coloso, pero en una etapa más larga y en donde resultó ganador Tadej Pogacar:



El col de Portet arranca (la medición en sí) de una rotonda en Vignec, muy cerca de Saint Lary Soulan (paraíso para el cicloturismo de puertos), si bien los primeros kilómetros son bien conocidos, puesto que la subida es la de Pla D'Adet. Comienzo duro, con pendientes ya en torno al 8, al 9 y al 10%, con una impresionante herradura que bien se divisa desde varios kilómetros a la redonda. Será en esa en donde encontramos la placa de homenaje a Raymond Poulidor, vencedor en 1974 en la cima de Pla D'Adet (y segundo clasificado en la General Final tras un tal Eddy Merckx). La subida transcurre casi sin respiro hasta Soulan, en los cinco kilómetros iniciales de puerto. Ahí tendremos un leve respiro, muy leve, pero bruscamente vuelve a incrementarse la pendiente hasta el entorno del 10%. Este primera mitad de subida, hasta el kilómetro 7,3, es lo más duro del puerto, a pesar de que lo escénico de la segunda fase, la estrechez de la carretera y la altitud pueda llevarnos a engaño. Durante esa primera mitad la pendiente media es superior al 9% (ver altimetría) y después tendremos un buen descansillo (descenso) que nos deja en el desvío al col de Portet, abandonando la carretera que sube a Pla D'Adet. El kilómetro inicial tras el cruce subirá a rampón limpio a Espiaube,  tomando otro cruce a la derecha  para afrontar la subida en sí hasta el Portet. La carretera ahora se estrecha bastante y se torna realmente espectacular, plagada de "herraduras"  y visualmente colosal (ver imágenes). La dureza no decae en este tramo de ascensión en casi ningún momento, manteniéndose con la regularidad característica de los puertos pirenaicos: sin rampones, pero casi sin descansos. La gran referencia de que nos acercamos a la cima será un túnel de poco más de cien metros, el cual dista un kilómetro del col de Portet. Tras algo más de 16 kilómetros de ascenso alcanzaremos la cima de este col de Portet, a 2215 metros de altitud, subida que en su día también comparada con Gamoniteiru,  y con la que no vi apenas similitudes: ni geográficas ni numéricas.

Éste es el perfil de la ascensión:


Y ahora unas imágenes:



La subida, en Google Maps: