Borrachera de Puertos 2018

 
El invierno ha sido duro, muy duro, con días de lluvia, de nieve, de frío,... Gripes, catarros y otro tipo de enfermedades, las que salen en las noticias y las que no nos cuentan, no vaya a ser que cunda el pánico. ¿Cuántos días has mirado por la ventana esperando por esa raya de sol que te invitara a coger la bici? Tal vez sea eso lo que nos hace diferentes a los ciclistas: vemos o esperamos por lo positivo, por ese rayo de sol que, al menos un día, nos deje pedalear sin llegar como "coladores" a casa nuevamente.
Cuando hace algo más de tres meses anunciamos el recorrido de la Borrachera 2018 teníamos la esperanza de poder seguir adelante con el planteamiento escogido, que no era otro que el de ascender Farrapona por su vertiente leonesa. La hora de salida escogida y el recorrido se adivinaban acertados teniendo en cuenta experiencias anteriores. Pero hace unos días no tuvimos más remedio que modificar el recorrido, aumentando el kilometraje en unos 25 kilómetros con un desnivel similar.
Cobertoria por Cuchu Puercu (o Espines de Foz), Ventana, Somiedo, San Lorenzo y Cobertoria otra vez, aunque por Llanuces, eran los puertos elegidos para esta ocasión. La Borrachera es así, tiene que ser así, con muchos kilómetros de ascenso, con grandes puertos, con una etapa a la misma altura de las reinas de las grandes vueltas. No podemos tolerar excusas de meteorología, de lluvia, de frío, de escasa preparación, de acomodarnos, de esperar a que mejore. No, tenemos que hacerlo así, tenemos que pedalear siempre hacia arriba, esperando a que los dioses sean benévolos con nosotros.

Nos citamos para el 7 de abril de 2018 frente al Ayuntamiento de Lena para afrontar el endiablado recorrido y allí, a pesar de las previsiones de lluvia, a pesar de ese invierno difícil, a pesar de las dificultades que te pone la vida, nos reunimos en torno a cuarenta ciclistas de Galicia, de Asturias, de Madrid, de León, de Euskadi,...



¿Cómo no estar orgullosos de la Borrachera de Puertos congregando a est@s valientes?



Ya en el primer puerto del día se empiezan a formar grupos y cada uno va regulando puesto que son muchos los kilómetros, los desniveles, los puertos a afrontar. Cordal primero y, luego, la carretera hacia Cuchu Puercu, y luego hacia la Cobertoria, sin lluvia, sin niebla, como si la Borrachera estuviera tocada por los dioses una vez más...








El grupo en el alto de la Cobertoria, con las montañas nevadas, menos que hace dos años, aunque el temor era mayor que en aquella ocasión.




Vienen ahora los kilómetros más cómodos del día, tras la primera subida a la Cobertoria. Y es que teníamos prevista una parada para el café y reagrupamiento en San Martín de Teverga, previa al puerto inédito de las Borracheras, de la Vuelta a España,... El maravilloso puerto Ventana, con sus veinte kilómetros, con su paisaje cambiante, un coloso impresionante que marcará los organismos de todos los participantes en la Borrachera. Como indicaba muy en serio al bueno de Víctor: como soy tan puñetero, este año primero los puertos tendidos al principio, para desgastar; y luego los puertos explosivos para arrastrarnos. Y fue lo que sucedió...




Esto es Cueva Huerta, en pleno ascenso al puerto Ventana, antes de Páramo, última localidad que encontraremos  en toda la subida.



Ventana será el puerto que proporcione, en mi opinión, las mejores imágenes de todo el día, con una parte final bastante nevada (la cima está a 1587 metros de altitud), "paredes estilo Stelvio" (salvando las distancias), pendientes sostenidas al 7-8%, caras de asombro y muchos comentarios reclamándolo para la Vuelta (tomen nota, señores).




Tras el colosal Ventana, y con el grupo, más o menos, aún bastante "unificado", bajamos hacia Babia, cayendo, por momentos, pequeños copos. Posiblemente la zona de más frío (si obviamos el descenso del último puerto...pero esa es otra historia), de más viento, y de más desgaste, con unos 20-25 kilómetros incómodos, casi siempre planos, hasta Piedrafita. Ya son más de las dos de la tarde y el personal tiene ganas de parar a la comida que programamos para ese punto, prácticamente, intermedio, de la ruta.


Parada a comer y reagrupamos el disperso pelotón de esta Borrachera. Bollos de chorizo (cortesía del Ayuntamiento de Lena), además de empanadas, embutido, barritas, que nos hemos encargado de comprar para la ruta, será el avituallamiento de la ruta, necesario con vistas a la segunda parte del día, con el puerto más temido: San Lorenzo...



Pero antes de San Lorenzo llegará el turno de Somiedo por León, una ascensión bastante tendida y, como podéis ver en las imágenes, bastante nevada (aunque con la carretera bastante limpia). Paisajes de postal y grupo ya roto (fuimos saliendo casi en pequeños grupitos tras la comida).




Aún sorprendidos por la benévola meteorología, cuando llegamos a La Riera, tras la cómoda bajada de Somiedo, la temperatura ronda los veinte grados y hay nubes y claros en el cielo. Ver para creer... San Lorenzo nos hará alcanzar (y sobrepasar ampliamente) los 3500 metros de desnivel, pero, sobre todo, nos hará "penar" por sus rampas. Una vez más no falla a su cita con el sufrimiento extremo (no hacen falta rampas del 20-25% para llegar a esos límites).


*FOTO: Rodrigo Fernández Castaño (TRITOBANK)



Coronado San Lorenzo nos dejamos caer hacia Teverga para afrontar el último del día veinte kilómetros más allá: Cobertoria por Llanuces. El grupo rueda aún más roto todavía. Mientras los primeros logran coronar Cobertoria sin lluvia, las previsiones, finalmente, se cumplen y hace el recorrido más épico todavía. A poco menos de dos kilómetros de la cima pedaleo con Luis y comienza a llover, primero de forma suave, pero tras pasar el Mirador de Forcichave (a un kilómetro aproximadamente), niebla, bajada brusca de temperatura, granizo... Algunos compañeros aún pedalean por detrás, me comentan desde los coches, y se les echará la noche encima. Coronamos, nos hacemos la foto y bajamos, con mucho temor, hacia Pola... La foto que tenéis arriba muestra a los últimos valientes que coronarán la Cobertoria en la Borrachera 2018. No quisieron subirse a los coches, sino pedalear hasta arriba, rematar este infernal recorrido en unas condiciones dantescas, con esa fuerza inexplicable que nos había hecho preparar la Borrachera de este año en el duro invierno. Nunca acomodarnos, pedalear siempre hacia arriba, las excusas no valen: esto es la Borrachera de Puertos.
Quiero finalizar esta crónica dando las gracias a todos y a todas a los que os importa la Borrachera de Puertos. Vuestro interés es el que hace que esta rueda no se pare, que nos anima a continuar. Y no me refiero tan solo a tod@s aquell@s que os habéis esforzado para prepararla y para estar en la Borrachera 2018, sino también a todos los que, por unos motivos u otros, no habéis podido venir. Vuestro interés también es importante y descontamos los días para que unos y otros volvamos a cruzarnos en la Borrachera... ¿En 2019? ¿Por qué no?
Nunca dejéis que las dificultades os venzan, pedalead, hacia arriba, siempre.
Gracias, caballeros del Tritobank, sois cojonudos.
Gracias a los inconmensurables Rober y Estrada, sois los mejores.
Gracias, también, por vuestro apoyo, Hyundai (ASTURDAI) y Ayuntamiento de Lena.
Y gracias a tod@s pedalistas: nos citamos desde ya.
¡¡¡Nos vemos!!!
¡¡¡Hasta la Borrachera 2019...y más allá!!!