Terreno favorable de más de 50 kilómetros, hasta que en las calles de Mieres se busca el primer puerto del encadenado que la organización se ha sacado de la manga. Se trata del alto de Santo Emiliano, una ascensión de tercera categoría con buena carretera y pendientes que en su parte más difiícil (sobre 3 killómetros) rondan el 6-7%. Santo Emiliano es un habitual de los recorridos de la Vuelta a España, transitado en múltiples ocasiones por esta vertiente o por la opuesta de Sama.

Es el turno, tras la correspondiente bajada, del alto de San Tirso por su vertiente de Lada, otro de los clásicos del ciclismo asturiano. Es una subida más sencilla que la anterior, que transcurre por una carretera en buen estado, con más arbolado y rampas máximas de hasta un 7%...

Un falso llano une El Carmen con San Tirso, comenzando aquí la bajada propiamente dicha hacia La Peña, donde en menos de un kilómetro da inicio el alto del Padrún, ascenso que la organización ha decidido no puntuar, y eso que cuenta con números bastante decentes, sobre todo en su primera mitad, con varias herraduras y rampas de hasta un 10%.

La bajada del Padrún hacia Olloniego es bastante sinuosa y pendiente, y tiene una longitud aproximada de unos cuatro kilómetros. Otro kilómetro más adelante comienza el siguiente puerto del día: la Manzaneda. Quizá lo más característico de esta ascensión sea su recta del 14%... La Manzaneda es, posiblemente, la ascensión más dura de todo este encadenado y culmina con un terreno de toboganes antes de descender hacia Oviedo, donde nos espera uno de los mitos del ciclismo asturiano: el Naranco.

El Naranco es el segundo final en alto más utilizado en la historia de la Vuelta a España, tratándose en esta ocasión de la 14ª vez (13ª en la era Unipublic) que se incluye en el recorrido. El Naranco tuvo especial protagonismo en los 80 (se hizo en cronoescalada en los años 1984, 1986 y 1988) y los 90 (con interesantes duelos por la general, sobre todo, en 1992 y 1993). La ascensión en sí no tiene secretos, y más cuando se afronta desde Oviedo, con la parte final, desde la curva de San Miguel de Lillo, con rampas "durillas". En el perfil la ascensión culminaría en el kilómetro 5,4.