Subida
situada en Guadalajara, en una zona plena de toboganes y de ascensiones
que rondan los 200-300 metros de desnivel. La ascensión a la
urbanización de Pinares de Renera se aleja de los parámetros que
encontraremos por la zona de pendientes que rondan el 5-6-7%.
En
la localidad de Renera tomaremos dirección urbanización para
adentrarnos por estrechas callejuelas y alcanzar la Ermita de la
Soledad, inicio real de la subida... El recibimiento es increible, con
pendientes que se sitúan por encima del 15% durante 200-300 metros para
suavizar poco después, antes de entrar en la urbanización propiamente
dicha. Empeorará después el asfalto, lo que lo dificultará todo aún
más... Curva a derecha, realmente dura, pero que nos sitúa en la rampa
más dura de toda la ascensión, en una recta, no muy larga, en la que la
pendiente se va por encima del 20%. Parece más, debido a lo irregular
del piso, que aunque aceptable, incomoda el pedaleo.
Poco a poco la subida irá perdiendo intensidad, alcanzando el pequeño repetidor situado en plena urbanización (y que bien puede servirnos de referencia). El estado del firme aún empeorará más hasta pasar a ser de hormigón, en un principio, y unos 100-150 metros más adelante, cuando hayamos dejado atrás la ascensión, de tierra.
Un
"muro" espectacular que bien puede utilizarse combinandolo con las
pequeñas subidas cercanas para conformar un "coctel" de mini-clásica en
plena Alcarria.
Éste es el perfil de la ascensión:
