OPERACIÓN PUERTO: ¿Juicio o farsa?
El
deporte español necesita una "cabeza de turco" y la ha encontrado con
el ciclismo. El juicio que en los últimos días se desarrolla en Madrid
no es más que un montaje que busca manifestar la impunidad del resto de
disciplinas deportivas, con la total colaboración de unos medios de
"desinformación" masiva y una sociedad que masacra día tras día un
deporte duro como pocos.
Finalizará el juicio y se castigará a unos meros secundarios que pagarán las consecuencias como si de asesinos se tratara. El problema es más serio que el de un mero dopaje deportivo. Detrás de todo esto hay un complejo entramado que las autoridades españolas no están dispuestas a destapar (evasión de impuestos, industrias detrás de esas prácticas, lista de clientes beneficiados,...).
Ya todo está preparado y la sociedad plenamente concienzada: "es imposible hacer etapas de 200 kilómetros y tantos puertos"; "es lógico qué tomen algo porque esas velocidades no son normales"; "lo de Armstrong era un experimento científico, un humano no puede hacer cosas así". El convencimiento de que el ciclista es un dopado (dé o no positivo en un control antidopaje) es tal que much@s aficionad@s, en otro tiempo consumidores de ciclismo, se inclinan hacia otras disciplinas...
Esa dureza del ciclismo explica, por tanto, el dopaje, y fin de la historia. De ahí que la Operación Puerto sea, lógicamente, un juicio a la trama de dopaje orquestada por el maquiavélico Eufemiano Fuentes, y en donde los directores Manolo Saiz y Vicente Belda tienen mucho que ver. Pero resulta paradójico que Fuentes siga ejerciendo para el Servicio Canario de Salud... ¿Sabrá demasiado como para "apartarle"?
No voy a justificar de ninguna manera el dopaje en el ciclismo. Es lo primero que quiero dejar claro. Me parece una práctica execrable y conozco casos de ciclistas de reconocido prestigio que jamás lo han hecho. No pienso dar nombres, porque nombrar a unos, "crucifica a otros", parece.
¿Por qué es una farsa este juicio?
-Porque no se juzgan a aquellos DEPORTISTAS implicados en casos de dopaje, y tampoco existe un interés real en descubrirlos. Los ciclistas castigados en los últimos años lo fueron debido a las investigaciones realizadas en otros países (ej. Valverde, Ullrich, Basso,...).
-Porque no se va a la raíz del problema, que es de dónde salen las sustancias que posibilitan el dopaje y/o el enmascaramiento de las mismas en los controles (recordemos que vari@s DEPORTISTAS no han dado ni tan siquiera positivo en los controles realizados tras las pruebas).
El castigo, la pena, ya tiene nombre y apellidos, y se pasará página. Los "cinco de la foto", otro documento para la historia de la infamia deportiva:
Fuente: 20minutos.es
¿Cuánto le debe el ciclismo a Belda y a Manolo Saiz? De su ciclismo espectáculo y de las mejores formaciones que hemos visto en los últimos años. Ataques lejanos, escalonados, "abanicos", maestros contra el crono,...
Pasará este episodio y todo quedará sin resolver. En lo que toca al ciclismo, más controles (posiblemente más, sea imposible) para demostrar su credibilidad. Pero se deja una oportunidad de oro para reivindicarse. El ciclismo no es sinónimo de dopaje como en muchas ocasiones hemos visto, sino el "deporte profesional", que exige unos rendimientos cada vez mayores. ¿Culpables? Hay tantos... Pero, insisto, se pasa página, nuevo "palo" al ciclismo (pero a unos pocos inculpados, que el resto tienen que seguir "viviendo"), y Felices Olimpiadas. Caso resuelto...
Los instrumentos para combatir el dopaje en el ciclismo, los cuales en la mayor parte de los casos menoscaban el derecho a la intimidad y vulneran la presunción de inocencia (se juzga como culpable sin aportar pruebas concluyentes, como ha ocurrido con el caso Armstrong), no se implantan en el resto de deportes y así nos hemos encontrado con casos como el de Carlos Barredo, quien harto de la injusticia que impera en el ciclismo decidió retirarse definitvamente.
¿Y a qué se debe que el ciclismo sea la "cabeza de turco" perfecta para la limpieza deportiva? En mi opinión se debe al coste de las retransmisiones ciclistas (hay que cubrir kilómetros y kilómetros de carrera en zonas abiertas), a la dureza en sí de este deporte (es más sencillo implantar en la sociedad la idea de que para resistir en ciclismo hay que "tomar algo", que, por ejemplo, en fútbol o tenis, los cuales se ven como deportes más livianos desde el punto de vista físico), a la peligrosidad (la cantidad de accidentes mortales que se registran cada año), etc.
El trabajo de desgaste no ha sido sencillo, puesto que el ciclismo ha sido desde siempre un deporte muy popular y cercano, pero los últimos "golpes" (caso Armstrong y Operación Puerto) parecen haber cercenado la moral del aficionado medio. Demos gracias a las autoridades del ciclismo por no haber sabido contestar a este ataque sin precedentes.
Al igual que en otros frentes, el objetivo de las autoridades es mantener a la sociedad ignorante y sumisa ante aquéllas. Ya les han entregado el trofeo de la limpieza que tanto anhelaban: fútbol, toros, tenis, baloncesto,... ¡el espectáculo debe continuar!
"Una mentira contada mil veces se convierte en una verdad" (Goebbels, ¿os suena?). Con el ciclismo y el dopaje está pasando. Gracias a los que lo habéis logrado.
Finalizará el juicio y se castigará a unos meros secundarios que pagarán las consecuencias como si de asesinos se tratara. El problema es más serio que el de un mero dopaje deportivo. Detrás de todo esto hay un complejo entramado que las autoridades españolas no están dispuestas a destapar (evasión de impuestos, industrias detrás de esas prácticas, lista de clientes beneficiados,...).
Ya todo está preparado y la sociedad plenamente concienzada: "es imposible hacer etapas de 200 kilómetros y tantos puertos"; "es lógico qué tomen algo porque esas velocidades no son normales"; "lo de Armstrong era un experimento científico, un humano no puede hacer cosas así". El convencimiento de que el ciclista es un dopado (dé o no positivo en un control antidopaje) es tal que much@s aficionad@s, en otro tiempo consumidores de ciclismo, se inclinan hacia otras disciplinas...
Esa dureza del ciclismo explica, por tanto, el dopaje, y fin de la historia. De ahí que la Operación Puerto sea, lógicamente, un juicio a la trama de dopaje orquestada por el maquiavélico Eufemiano Fuentes, y en donde los directores Manolo Saiz y Vicente Belda tienen mucho que ver. Pero resulta paradójico que Fuentes siga ejerciendo para el Servicio Canario de Salud... ¿Sabrá demasiado como para "apartarle"?
No voy a justificar de ninguna manera el dopaje en el ciclismo. Es lo primero que quiero dejar claro. Me parece una práctica execrable y conozco casos de ciclistas de reconocido prestigio que jamás lo han hecho. No pienso dar nombres, porque nombrar a unos, "crucifica a otros", parece.
¿Por qué es una farsa este juicio?
-Porque no se juzgan a aquellos DEPORTISTAS implicados en casos de dopaje, y tampoco existe un interés real en descubrirlos. Los ciclistas castigados en los últimos años lo fueron debido a las investigaciones realizadas en otros países (ej. Valverde, Ullrich, Basso,...).
-Porque no se va a la raíz del problema, que es de dónde salen las sustancias que posibilitan el dopaje y/o el enmascaramiento de las mismas en los controles (recordemos que vari@s DEPORTISTAS no han dado ni tan siquiera positivo en los controles realizados tras las pruebas).
El castigo, la pena, ya tiene nombre y apellidos, y se pasará página. Los "cinco de la foto", otro documento para la historia de la infamia deportiva:
Fuente: 20minutos.es
¿Cuánto le debe el ciclismo a Belda y a Manolo Saiz? De su ciclismo espectáculo y de las mejores formaciones que hemos visto en los últimos años. Ataques lejanos, escalonados, "abanicos", maestros contra el crono,...
Pasará este episodio y todo quedará sin resolver. En lo que toca al ciclismo, más controles (posiblemente más, sea imposible) para demostrar su credibilidad. Pero se deja una oportunidad de oro para reivindicarse. El ciclismo no es sinónimo de dopaje como en muchas ocasiones hemos visto, sino el "deporte profesional", que exige unos rendimientos cada vez mayores. ¿Culpables? Hay tantos... Pero, insisto, se pasa página, nuevo "palo" al ciclismo (pero a unos pocos inculpados, que el resto tienen que seguir "viviendo"), y Felices Olimpiadas. Caso resuelto...
Los instrumentos para combatir el dopaje en el ciclismo, los cuales en la mayor parte de los casos menoscaban el derecho a la intimidad y vulneran la presunción de inocencia (se juzga como culpable sin aportar pruebas concluyentes, como ha ocurrido con el caso Armstrong), no se implantan en el resto de deportes y así nos hemos encontrado con casos como el de Carlos Barredo, quien harto de la injusticia que impera en el ciclismo decidió retirarse definitvamente.
¿Y a qué se debe que el ciclismo sea la "cabeza de turco" perfecta para la limpieza deportiva? En mi opinión se debe al coste de las retransmisiones ciclistas (hay que cubrir kilómetros y kilómetros de carrera en zonas abiertas), a la dureza en sí de este deporte (es más sencillo implantar en la sociedad la idea de que para resistir en ciclismo hay que "tomar algo", que, por ejemplo, en fútbol o tenis, los cuales se ven como deportes más livianos desde el punto de vista físico), a la peligrosidad (la cantidad de accidentes mortales que se registran cada año), etc.
El trabajo de desgaste no ha sido sencillo, puesto que el ciclismo ha sido desde siempre un deporte muy popular y cercano, pero los últimos "golpes" (caso Armstrong y Operación Puerto) parecen haber cercenado la moral del aficionado medio. Demos gracias a las autoridades del ciclismo por no haber sabido contestar a este ataque sin precedentes.
Al igual que en otros frentes, el objetivo de las autoridades es mantener a la sociedad ignorante y sumisa ante aquéllas. Ya les han entregado el trofeo de la limpieza que tanto anhelaban: fútbol, toros, tenis, baloncesto,... ¡el espectáculo debe continuar!
"Una mentira contada mil veces se convierte en una verdad" (Goebbels, ¿os suena?). Con el ciclismo y el dopaje está pasando. Gracias a los que lo habéis logrado.