Tal vez al hablar de la provincia de Toledo no la asociamos con la montaña, sino con ascensiones más leves. Posiblemente el puerto más duro de la provincia sea el Piélago, con sus innumerables vertientes, aunque al sur, ya en los Montes de Toledo, aparecen otra tipo de subidas sin tanto nombre, pero que agrupadas, enlazadas, pueden contribuir a diseñar una etapa, no de alta montaña, pero sí con un indudable atractivo, como la que veis abajo, entre la localidad de Los Navalmorales y el puerto del Robledillo.

La primera fase atraviesa dos pequeñas ascensiones en un bucle de 87 kilómetros, ideal para sumar desgaste antes de afrontar la parte decisiva, con cuatro puertos de más categoría: Risco de las Paradas, el Lanchar y un doble paso por el puerto del Robledillo.