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LLANO DE LAS OVEJAS
(PUERTO DE PORTILLINOS-MORREDERO)
Y ahora unas imágenes:
(PUERTO DE PORTILLINOS-MORREDERO)
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No
sé, tal vez nunca tengamos la suerte de ver un puerto como éste en
competición. Posiblemente lleguen antes otras subidas de "chepazo
limpio", como por ejemplo, la Camperona, también en León. A veces
tratas de buscar explicaciones razonables, pero no las encuentras. Yo
no me imagino un Giro de Italia que en el año 2013 aún no hubiera
estrenado el Stelvio y el Gavia, o un Tour de Francia que no hubiera
subido al Tourmalet o al Galibier, y, sin embargo, con la Vuelta pasa.
Aquí no se está hablando por hablar, sino de decir con claridad que
existen puertos de paso en España que no tienen que envidiar a los del
Giro y el Tour. Puertos de más de 20 kilómetros que comunican
comarcas por las que a veces transita la Vuelta. Pero los colosos
siguen ahí, olvidados, como si la fiesta no fuera con ellos. Aquí la
cuestión ya no versa sobre quién paga la etapa, sino de quién la
diseña, puesto que Ponferrada no es precisamente una localidad perdida
en el monte, a cientos de kilómetros de la civilización. Y ahí Llano de
las Ovejas, un puerto de más de 32 kilómetros, sigue "virgen", aunque
no en su totalidad, eso es cierto. Hasta el Morredero se han hecho
etapas...finalizando en alto, la moda de hoy en día, convertir grandes
puertos de paso en llegadas, privilegio que no tiene en exclusiva la
Vuelta, pues en Italia ya se han hecho en Stelvio o Zoncolan, y en
Francia, en Tourmalet, Galibier o Mont Ventoux...
El Llano de las Ovejas tiene una nota que lo distingue: su gran irregularidad. Puerto que empieza de forma suave, a la salida de Ponferrada, pero que va endureciéndose con el paso de los kilómetros, hasta "tropezar" con un tramo de 3 kilómetros a casi el 11% de media. Tras esto, una zona más "light" que nos conduce a San Cristobal de Valdueza, de donde arrancan más rampas duras.
Pero más allá de esa multitud de tramos de gran dureza combinados con descensos, hay que tener en cuenta otro detalle: entre el kilómetro 3 y el 17 (14 kilómetros, por tanto), la pendiente ronda el 7%. Y lo peor es que aún quedan otros 15 kilómetros... Porque tras esa fase, viene un descenso para arrancar los kilómetros finales (de la etapa habitual de la Vuelta) que llegan al Morredero, con pendientes continuadas, al 6-7-8%. Coronado éste, otro leve descenso para afrontar Portillinos, donde las rampas son más fuertes... Ese kilómetro duro de Portillinos (que vereis perfectamente más abajo, en las fotografías) está a más de 1800 metros de altitud, y cuando llevamos casi 27 kilómetros de irregular ascenso... Pero aún hay más, y la última parte, aunque sencilla, es perfecta para los desfallecimientos, pues vamos viendo las tremendas rectas que conducen al Llano de las Ovejas.
Interminable puerto, colosal, gigantesco. Una subida en la que acumularemos un desnivel superior al marcado en la gráfica, merced de los múltiples de descenso intercalados.
¿Qué decir de los paisajes? Mejor ver las fotos
Esto es el perfil del puerto:
El Llano de las Ovejas tiene una nota que lo distingue: su gran irregularidad. Puerto que empieza de forma suave, a la salida de Ponferrada, pero que va endureciéndose con el paso de los kilómetros, hasta "tropezar" con un tramo de 3 kilómetros a casi el 11% de media. Tras esto, una zona más "light" que nos conduce a San Cristobal de Valdueza, de donde arrancan más rampas duras.
Pero más allá de esa multitud de tramos de gran dureza combinados con descensos, hay que tener en cuenta otro detalle: entre el kilómetro 3 y el 17 (14 kilómetros, por tanto), la pendiente ronda el 7%. Y lo peor es que aún quedan otros 15 kilómetros... Porque tras esa fase, viene un descenso para arrancar los kilómetros finales (de la etapa habitual de la Vuelta) que llegan al Morredero, con pendientes continuadas, al 6-7-8%. Coronado éste, otro leve descenso para afrontar Portillinos, donde las rampas son más fuertes... Ese kilómetro duro de Portillinos (que vereis perfectamente más abajo, en las fotografías) está a más de 1800 metros de altitud, y cuando llevamos casi 27 kilómetros de irregular ascenso... Pero aún hay más, y la última parte, aunque sencilla, es perfecta para los desfallecimientos, pues vamos viendo las tremendas rectas que conducen al Llano de las Ovejas.
Interminable puerto, colosal, gigantesco. Una subida en la que acumularemos un desnivel superior al marcado en la gráfica, merced de los múltiples de descenso intercalados.
¿Qué decir de los paisajes? Mejor ver las fotos
Esto es el perfil del puerto:
Y ahora unas imágenes:
La subida, en Google Maps: