La ascensión más conocida de Zamora es ésta, la que nos lleva a la Laguna de los Peces, allá donde llegó la Vuelta a Castilla y León en 2011 tras subir el duro alto del Peñón, marcado por los pinchazos repetidos de Alberto Contador. La combinación es francamente buena: puerto duro + puerto largo y tendido, si bien, por ser exigentes, hay varios kilómetros de toboganes entre el final de la subida del Peñón y el arranque de Laguna de los Peces.

Ciñéndonos a esta subida que no os sorprenda ver altimetrías por internet que sitúan su inicio más adelante, en la rotonda situada poco después de Galende (los últimos 17 kilómetros), pero que no recogen esa parte inicial donde se ascienden algo más de 2 kilómetros y un descenso, leve, que atraviese Galende. Metidos ya de lleno en la ascensión, la carretera se estrecha y tiene un asfalto irregular en algunos tramos. En cuanto a la pendiente, si en la primera fase, hasta esa rotonda del kilómetro 6, no vamos a encontrar rampas de consideración, lo mismo podemos decir de la segunda parte, donde en ningún momento alcanzaremos los dos dígitos. Pendientes muy sostenidas en torno al 5-6%, carretera ya muy abierta , con vistas inmensas, en fin, una subida para disfrutar del cicloturismo.

La ascensión finaliza en una amplia explanada (utilizada en su día, como comenté antes, para situar el final de una etapa de la Vuelta a Castilla y León), y, ya de fondo, la Laguna de los Peces. Una subida larga, tendida, con números globales que en ningún momento reflejarán dureza.

Éste es el perfil de la ascensión: