Haza Llana
-el puerto estrella de la Vuelta 2013-




¿Os imaginais hacer un final de etapa en Viapará (Angliru) o en el paso de los Lobos (Peña Francia)? Pues eso es lo que ha sucedido en esta ocasión con este puerto: Haza Llana. La Vuelta ha decidido que una parte de la subida a Sierra Nevada sea tomada como su principal reclamo para la edición de 2013. El puerto en sí no está mal puesto que todo en Granada es gigantesco y el resultado de "capar" una ascensión aquí se resuelve con algo grandioso: 16,5 kilómetros a una pendiente media superior al 5,4%, con un coeficiente APM de 284, todo un "Hors Categorie". La subida finaliza en un cruce (para la Vuelta se alarga hasta el Dornajo, unos 300 metros más allá), que bien se puede continuar por el collado de las Sabinas (espectacular vertiente de Sierra Nevada por la que la Vuelta transitó en 2009, primer año de Javier Guillén al frente de la organización) hasta la Hoya de la Mora (a 2520 metros de altitud) o, como si de un sueño se tratara, hasta el Veleta (donde finaliza la Marcha Cicloturista, a unos 3200 metros de altitud), el IRAM (Observatorio Astronómico, a 2845 metros) o, incluso, en Borreguiles (a unos 2700). Desde aquí mostramos nuestro deseo de que el bueno de Javier Guillén ponga de su parte para que la Vuelta a España finalice algún día más arriba que Giro y Tour, en lo que sería una etapa histórica. La cima asfaltada más alta de Europa está en España, que a nadie se le olvide...

Pero volvamos a esta ascensión a Haza Llana (en realidad, al Dornajo), otra vuelta de tuerca más al ciclismo del 20%... pero sin ninguna rampa que se acerque a esos parámetros. Haza Llana tiene kilómetros duros, sí, pero los rampones alcanzan el 16-17%, y no el exagerado 23% que algunos medios señalaron cuando el puerto salió a la luz.

¿Y cómo es Haza Llana?

La subida en sí comienza en Pinos Genil, localidad a partir de la cual nos dirigiremos a Güéjar Sierra por una carretera que transcurre junto al embalse de Canales, en un paraje de ensueño. Esa primera fase del puerto, despreciada en la mayor parte de los casos, ya presenta rampas de hasta un 10% y zonas muy continuas, "machaconas", al 6-7% combinadas, eso sí, con tramos más llanos e, incluso, de descenso. Tras una breve bajada llegamos a Güéjar Sierra donde convendrá aprovisionarse en alguna fuente para acometer lo más duro. Tomamos el desvío hacia el río Genil, descendemos fulgurantemente hasta el puente y... De forma muy violenta arrancan los 7,2 kilómetros definitivos (hasta el cruce con la carretera del collado de Las Sabinas). Rampas al 15, al 16 y hasta el 17%, curvas de herradura, carretera impecable, buenas vistas. Durante un kilómetro y medio la pendiente alcanza el 12,5% y parece que vamos a pasar por encima de las montañas... Pero no, un tramo de descanso nos servirá de impulso ante lo que viene y de recuperación de lo ya atravesado. Los siguientes tres kilómetros son los más duros y se inauguran con una tremenda rampa que alcanza el 16%, en recta.

La pendiente empieza a decaer tras el cruce del kilómetro 14,3, en donde saldremos a la carretera del hotel del Duque. Cabe señalar que a partir del mismo la carretera se estrecha bastante y las rampas ya no son tan fuertes, lo que se agradece.  La ascensión culmina de forma insulsa, en un desvío, como ya he señalado anteriormente, a 1675 metros de altitud.

El tramo de Haza Llana no cabe duda de que es realmente espectacular. Las trazadas de las herraduras, vistas desde la otra ladera (cuando transitamos en dirección a Güéjar Sierra) impresionan, pero es una verdadera lástima que se recorte lo que podría ser un puerto de una enorme categoría (de paso, hasta las Sabinas) o un final increible (como los comentados al principio).

Este es el perfil de la ascensión:


Y ahora unas imágenes:


Aquí tienes la subida en Google Maps: