-el gran olvidado-
La primera vez que estuve en Fonte da Cova fue tras ascenderlo por la vertiente de León, con Gobernadas antes. Nos despedimos en la cima de Pablo y emprendimos rumbo a Ponferrada. 27 kilómetros de descenso y un bidón por el camino que hasta esta ocasión ponía como excusa para volver: a ver si lo encuentro aún... Un puerto que cansaba bajarlo, de tanto tiempo que se echaba, ya me tenía asombrado. Había que volver para subirlo y sufrirlo por esta vertiente, por la de Sobradelo, aunque hubiera otro camino, el de A Medua, que lo acorta y le regala varios kilómetros al 10% antes de llegar ni tan siquiera a la mitad.
Fonte
da Cova por Ourense es un coloso de grandes dimensiones, de grandísimas
dimensiones. Aquí todo es gigantesco: la carretera, la longitud del
puerto, el descanso en medio de la subida (de algo más de un
kilómetro), los camiones con los que te cruzas, el paisaje, las vistas,
las rectas. Iniciamos esta tortura en Sobradelo, en un desvío que nos
indica Peña Trevinca y la estación de Alta Montaña, como no podía ser
de otra manera. Primer kilómetro al 5-6%, pero rápidamente la pendiente
decrece hasta situarse en torno al 4%. Será una buena manera de ir
entrando en calor, puesto que el puerto es progresivo, al menos hasta
el descanso del centro de la ascensión.
Cuando llevamos ya 8 kilómetros subiendo nos tropezaremos con el desvío de A Medua, en una curva, pero la tónica no varía. Rampas que suben poco a poco al 6% y un paisaje repetitivo. Un puerto tortuoso en el que no todavía no hemos alcanzado ni la mitad...
Pero llega el descanso, momento apropiado para que comencemos a cuestionarnos si la fama merecida del puerto es para tanto o si nos han tomado el pelo. Puede ser, también, nos hayamos confundido de carretera, que también, porque son muchísimos los caminos (algunos asfaltados) que salen a diestro y siniestro derivados de la explotación de la pizarra. Pero no, vamos por el camino óptimo. No será hasta que lleguemos a los 6 kilómetros finales cuando el paisaje varíe en parte. Un tremendo rampón da la bienvenida a esta fase que arrancaremos tras 21 kilómetros de escalada. Pendientes al 12 y al 13%, un par de curvas de herradura, y la dureza que ya no tendrá tregua hasta la cima. Un tramo que a simple vista puede parecer salvable se convierte en toda una odisea fruto de la acumulación de esfuerzos que requiere ascender un puerto como éste. Fonte da Cova no tiene ninguna rampa del 20%, la moda en los últimos tiempos, pero "mata" por su longitud, por su continuidad en esos kilómetros finales a una media del 8-9%.
Tras
llegar a las instalaciones de la estación de alta montaña, aún nos
quedará cerca de un kilómetro para coronar, para lo cual tendremos que
superar más rampas al 13 e, incluso, al 14%. El puerto hace cima a 1848
metros de altitud, tras algo más de 27 kilómetros de ascenso (con los
14 últimos a una media superior al 7%). Todo un coloso que sigue
olvidado por la Vuelta a España de forma incomprensible.
Éste es el perfil de la ascensión:
Existen múltiples variantes en la zona para hacer duras etapas con este coloso como protagonista. Pero muestro aquí una pequeña con Llano de las Ovejas como acompañante, en una etapa que guarda grandes similitudes con la de Hautacam en el Tour 2013, si bien el final aquí no sería arribla del todo y tiene 25 kilómetros menos.