39x28 ALTIMETRÍAS
Pedaleando en el "país de nunca jamás"
-descubriendo la Bobia-
Así
que el viernes 14 de octubre, tras 120 kilómetros bajo la lluvia el día
anterior, y 24 horas antes de la Kedada Aniversario nos dispusimos a
realizar la ruta de la Bobia.
En torno a las 9:30 salimos de Boal para dirigirnos hacia el sur, a Illano y Pesoz por una carretera revirada, en buen estado, con subidas, bajadas, subidas, bajadas, subidas, bajadas,...
Llegamos a Pesoz, donde situamos la parada obligatoria al café, antes de un nuevo descenso y de afrontar la primera subida seria: la de Baldedo o San Martín de Oscos o alto de Loujedo (que será la parte más alta).
-descubriendo la Bobia-
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Lo
ocurrido en mi preciosa semana ciclista de octubre me invita a
reflexionar sobre la cantidad de tiempo que invierto, que invertimos,
en planificar rutas, en mirar puertos que deseamos... Todo "voló por
los aires" cuando el martes 11, en Folgueiras de Boiro, en Ibias, al
sur de Asturias, me cayó una biela. Ni 10 kilómetros de ruta, de una
ruta con la que tenía planeado hacer otros dos CIMAS que me dejaran
para el resto de la semana con uno solo para acabar el listado
asturiano (para quien no sepa de lo que hablo puede visitar la web del
reto CIMA). Por el camino deseaba Pelliceira y Valdeferreiros, y
finalmente la Bobia para rematar. En mis planes estaba una ruta
tranquila, por otra vertiente, por la Garganta, una ascensión de más de
25 kilómetros sin rampas de consideración. Me parecía lo ideal, si
cargaba en exceso la semana y si quería llegar en condiciones a la
Kedada del 8º aniversario de esta web... Pero la biela se cayó y las
tentaciones de mi colega Estrada me hicieron cambiar de opinión. Ya
antes opinaba que no, que la Bobia había que hacerla por la gran vertiente de Soutelo, que me dejara de memeces. Y así fue, nos dejamos de memeces.
En torno a las 9:30 salimos de Boal para dirigirnos hacia el sur, a Illano y Pesoz por una carretera revirada, en buen estado, con subidas, bajadas, subidas, bajadas, subidas, bajadas,...
Carretera
tranquila, aunque con algo de tráfico, que va menguando cuanto más nos
vamos al interior, el paisaje es fabuloso y la carretera, alrededor del
embalse de Doiras, de las más recomendables para el cicloturismo. No
puedo dejar de hacer fotos, como Pablo, colega de rutas.
Coronamos
un primer alto en el kilómetro 1, aproximadamente. Luego otro,
Folgueirou, que arranca del puente Urubio, lugar mágico (id a verlo
para comprobar que no exagero). Una nueva bajada nos lleva al puente
Agüeria donde viene la ascensión a Pesoz, más suave que la anterior,
pero igual de escénica.
Llegamos a Pesoz, donde situamos la parada obligatoria al café, antes de un nuevo descenso y de afrontar la primera subida seria: la de Baldedo o San Martín de Oscos o alto de Loujedo (que será la parte más alta).
Y
mi sorpresa es máxima: el puerto es de consideración, de nivel, con
rampas sostenidas en torno al 6%. No hay rampones, no, pero la trazada
de la carretera, el buen asfalto, la cantidad de kilómetros nos hablan
de un puerto de los de verdad, y que entrará en la web en breve.
Bien
pasado San Martín de Oscos tomamos el desvío hacia Labiarón y Loujedo,
en busca de Soutelo, en busca de la vertiente más dura del alto de la
Bobia...
El
descenso es tremendo, por una carretera estrecha, e interrumpido por un
rampón de unos 500 metros a más del 10% (buen dolor de patas). La
bajada nos deja en el mismo Soutelo, donde, sin solución de
continuidad, sin llano, arranca la subida a la Bobia, la que amenaza
con convertirse en mítica vertiente del alto de la Bobia.
Fotos,
notas, pedaladas, riñonadas, rampas hasta de hormigón, la Bobia es un
espectáculo en esta primera fase, más bella de lo que pensaba.
Y
en torno al kilómetro 4, pinchazo. Por fortuna un miembro del equipo me
hace las veces de reparador. Esto de tener un equipo a disposición es
lo que tiene. Se me iba la carrera y había que apurar..
Pero
la segunda parte me gusta aún más. Muy abierta, eterna, con rampas
duras, sostenidas, hasta la zona de la Excomulgada. Luego falso llano,
casi, hasta alcanzar el cruce con la carretera La Garganta-Illano.
Y
tras coronar alcanzamos la carretera de El Gumio, por donde
descenderemos para dirigirnos al alto de Penouta, primero, antes de
bajar hacia Boal.
La
carretera es impresionante, con un montón de ramales, de cruces a
derecha e izquierda, una muestra de la cantidad de vertientes que tiene
este alto de la Bobia. Las vistas, además, son espectaculares, tanto de
la costa como del interior.
Cuando
alcanzamos el cruce de El Gumio aún quedan un par de kilómetros para
coronar el alto de Penouta. Con fuerzas, bastantes, coronamos, antes de
afrontar un descenso vertiginoso a Boal, de unos 5 kilómetros. Muchos
detalles, muchos puertos, muchas carreteras que merecen más visitas más
adelante.
Tras descubrir y ascender la Bobia me quedan dos CIMAS en Asturias, pero aún así, aunque llegue a acabarlos algún día, me doy cuenta de la infinidad de puertos que, fuera de ese listado, merecen la pena, como los vistos esta vez por el camino, y otros muchos de los que hablaré aquí en su día.
¡Salud y puertos, siempre!
Tras descubrir y ascender la Bobia me quedan dos CIMAS en Asturias, pero aún así, aunque llegue a acabarlos algún día, me doy cuenta de la infinidad de puertos que, fuera de ese listado, merecen la pena, como los vistos esta vez por el camino, y otros muchos de los que hablaré aquí en su día.
¡Salud y puertos, siempre!