39x28 ALTIMETRÍAS
Borrachera 2016
"Salid y disfrutad...y sufrid"
Hace unos pocos días se nos iba una de las mayores figuras, no sólo del fútbol, sino del deporte en general. Muchos os preguntaréis qué narices tendrá que ver el fútbol con el ciclismo, pero ambos son deportes; hoy por hoy aún son deportes, aunque en algunos contextos hayan perdido mucho de lo que fueron y se basan más en negocios que en deporte, el cual sale perdiendo a pasos agigantados. Soy de los que se "bajó del bus" de disfrutar del fútbol como deporte y tragar 50 partidos por temporada, a minimizarlo a no más de 10 (y creo haberme pasado). Como ya me he ido "por las ramas" (o las rampas) vuelvo al hilo inicial, a Cruyff, uno de los mejores deportistas de la historia y, por qué no decirlo, uno de mis ídolos. En aquella emblemática final de Wembley soltó una de esas frases que quedan para siempre: "salid y disfrutad"... Parafraseando a Cruyff esta Borrachera se resume en "salid y disfrutad...y sufrid".
Quedamos citados para las 8 de la mañana del 2 de abril para afrontar el recorrido más duro que ha tenido la Borrachera, aunque eso habrá que investigarlo a fondo... En esta ocasión contamos con coche de apoyo (prestado por el Hotel Santa Cristina), además de avituallamiento propio, lo que nos más autonomía (para no preocuparnos, en exceso, de si hay restaurantes o no a lo largo de la ruta).
Tras la foto oficial frente al Ayuntamiento de Lena partimos rumbo a la Cobertoria por Lena, el gran puerto, por su mítica vertiente, la más dura de las cuatro, tras un año de ausencia. Fue "como una gran hostia...", como algún compañero de ruta me indicó. Si el año pasado habíamos partido por el Cordal-Cuchu Puercu para ascenderla, la brusquedad de esta ocasión desencajó rostrós y rompió "patas" ya desde el kilómetro 2, y con 170 por delante.
La bajada se adivinaba complicada, pero, salvo el primer tramo, más sombrío, por encima de Llanuces. La temperatura es bastante buena para la época en la que estamos y el pelotón rueda rápido en busca del primer café, que está marcado en Entrago, antes de iniciar el ascenso al Maravio. El ritmo, como el año pasado, vuelve a ser alto tras la primera ascensión. Luego pasará factura, sin duda...
Maravio aún sigue con mal asfalto. Desde el Everest de 2011 no lo pasaba, pero sigue igual. Aún hay fuerzas en el grupo y salvo Jorge, compañero de rutas, que marcha retrasado, primero por olvidarse el casco, luego por un pinchazo, el resto del grupo marcha, relativamente, compacto, con tranquilidad en esta ascensión.
Tras el vertiginoso descenso de Corredoria (aún recuerdo la cara de fascinación de Víctor con esta vertiente de Ondes) llegaban kilómetros muy pestosos, la mayoría de tendencia ascendente, hasta alcanzar el punto de avituallamiento, a un kilómetro de La Riera y del inicio de San Lorenzo.
Allí una parte del grupo arranca para ir ganando tiempo y distancia. Todo lo que se pueda avanzar es terreno ganado, sin duda. La comida sabe a gloria, el bocata de chorizo entra solo y sólo quedaba rellenar bidones para volver a arrancar en busca de los dos últimos puertos, que no eran "moco de pavo" ni mucho menos. Era el turno de San Lorenzo, un primera categoría en profesionales...
Para concluir quiero dar las gracias a todos los que habéis venido, y al fenomenal equipo que me ayuda a sacar estas cosas adelante: Rober, mis dos chicas, Estrada, Pablo, Luís, Rubén (te tiraste al suelo para no subir Corredoria jjj). Un placer compartir pedaladas con todos y cada uno de los que habéis venido. Espero que el año que viene os vengais otra vez a Pola de Lena a pedalear por estos u otros puertos. Como ya dije en la crónica del año pasado, la Borrachera de Puertos es vuestra, de los locos de los puertos y del cicloturismo.
"Salid y disfrutad...y sufrid"
Tweet |
Hace unos pocos días se nos iba una de las mayores figuras, no sólo del fútbol, sino del deporte en general. Muchos os preguntaréis qué narices tendrá que ver el fútbol con el ciclismo, pero ambos son deportes; hoy por hoy aún son deportes, aunque en algunos contextos hayan perdido mucho de lo que fueron y se basan más en negocios que en deporte, el cual sale perdiendo a pasos agigantados. Soy de los que se "bajó del bus" de disfrutar del fútbol como deporte y tragar 50 partidos por temporada, a minimizarlo a no más de 10 (y creo haberme pasado). Como ya me he ido "por las ramas" (o las rampas) vuelvo al hilo inicial, a Cruyff, uno de los mejores deportistas de la historia y, por qué no decirlo, uno de mis ídolos. En aquella emblemática final de Wembley soltó una de esas frases que quedan para siempre: "salid y disfrutad"... Parafraseando a Cruyff esta Borrachera se resume en "salid y disfrutad...y sufrid".
Quedamos citados para las 8 de la mañana del 2 de abril para afrontar el recorrido más duro que ha tenido la Borrachera, aunque eso habrá que investigarlo a fondo... En esta ocasión contamos con coche de apoyo (prestado por el Hotel Santa Cristina), además de avituallamiento propio, lo que nos más autonomía (para no preocuparnos, en exceso, de si hay restaurantes o no a lo largo de la ruta).
Tras la foto oficial frente al Ayuntamiento de Lena partimos rumbo a la Cobertoria por Lena, el gran puerto, por su mítica vertiente, la más dura de las cuatro, tras un año de ausencia. Fue "como una gran hostia...", como algún compañero de ruta me indicó. Si el año pasado habíamos partido por el Cordal-Cuchu Puercu para ascenderla, la brusquedad de esta ocasión desencajó rostrós y rompió "patas" ya desde el kilómetro 2, y con 170 por delante.
Pero
la nieve caída en los días anteriores ha dejado un manto blanco, y
sumado al cielo completamente despejado nos deja ya, desde un
principio, un paisaje espectacular. La Borrachera empieza a tomar
altura. Como escribió Miguel, otro loco de los puertos venido desde A
Coruña, la Borrachera es otra cosa...y con la Cobertoria por Lena, sin
duda.
La
carretera de la Cobertoria tomada por asalto para hacernos la foto de
grupo. Nunca hasta esta ocasión habíamos tenido que hacer algo así.
Esto crece y crece...
La bajada se adivinaba complicada, pero, salvo el primer tramo, más sombrío, por encima de Llanuces. La temperatura es bastante buena para la época en la que estamos y el pelotón rueda rápido en busca del primer café, que está marcado en Entrago, antes de iniciar el ascenso al Maravio. El ritmo, como el año pasado, vuelve a ser alto tras la primera ascensión. Luego pasará factura, sin duda...
Maravio aún sigue con mal asfalto. Desde el Everest de 2011 no lo pasaba, pero sigue igual. Aún hay fuerzas en el grupo y salvo Jorge, compañero de rutas, que marcha retrasado, primero por olvidarse el casco, luego por un pinchazo, el resto del grupo marcha, relativamente, compacto, con tranquilidad en esta ascensión.
Hacemos
foto a la altura de la capilla de Santa Ana, antes del tramo de falso
llano que se dirige a la cima propiamente dicha del Maravio. Allí (en
la cima), decido pararme para ir avisando de la peligrosidad de esta
bajada. Es la peor del día, sin duda, y lo que ocurrirá después, lo
corrobora.
Marcho por detrás, muy atrás, parando a hacer alguna foto, y la furgoneta de apoyo no acaba de aparecer cuando recibo llamada de Estrada para avisarme de que Rubén, colega de muchas rutas, y que se había venido de nuevo a hacer la Borrachera, se había caído y habían avisado a Emergencias. Por fortuna cuando llego a la altura del grupo (de la mitad del grupo, porque la otra se ha ido por delante, y ya no nos volveremos a encontrar hasta el avituallamiento) veo que la caída ha sido fuerte, con muchas magulladuras, pero está bien, consciente, lo que por lo menos nos deja más tranquilos. Poco más tarde la ambulancia lo traslada al Hospital de Oviedo, y, después, Pablo se lo lleva al Hotel Santa Cristina, donde estaban alojados.
A esas alturas hay pequeñas dudas sobre si continuar con la ruta puesto que aún quedan tres puertos más, mucho desnivel y más de 100 kilómetros, en tanto que el resto del grupo viaja con pocas noticias, la cobertura no es buena,... Estrada y Javi Muñoz (desde Sevilla se había venido a hacer la Borrachera) optan por tomar una ruta alternativa para regresar a Pola de Lena, así que el año que viene se verán obligados a ser de la partida para completarla, sin duda (jjj). Lo cierto es que se había hecho tarde y se había cortado bastante el ritmo. No obstante la mayoría continuamos con el plan previsto, aunque había que minimizar las paradas...
Marcho por detrás, muy atrás, parando a hacer alguna foto, y la furgoneta de apoyo no acaba de aparecer cuando recibo llamada de Estrada para avisarme de que Rubén, colega de muchas rutas, y que se había venido de nuevo a hacer la Borrachera, se había caído y habían avisado a Emergencias. Por fortuna cuando llego a la altura del grupo (de la mitad del grupo, porque la otra se ha ido por delante, y ya no nos volveremos a encontrar hasta el avituallamiento) veo que la caída ha sido fuerte, con muchas magulladuras, pero está bien, consciente, lo que por lo menos nos deja más tranquilos. Poco más tarde la ambulancia lo traslada al Hospital de Oviedo, y, después, Pablo se lo lleva al Hotel Santa Cristina, donde estaban alojados.
A esas alturas hay pequeñas dudas sobre si continuar con la ruta puesto que aún quedan tres puertos más, mucho desnivel y más de 100 kilómetros, en tanto que el resto del grupo viaja con pocas noticias, la cobertura no es buena,... Estrada y Javi Muñoz (desde Sevilla se había venido a hacer la Borrachera) optan por tomar una ruta alternativa para regresar a Pola de Lena, así que el año que viene se verán obligados a ser de la partida para completarla, sin duda (jjj). Lo cierto es que se había hecho tarde y se había cortado bastante el ritmo. No obstante la mayoría continuamos con el plan previsto, aunque había que minimizar las paradas...
Y
llegamos a la auténtica encerrona de la Borrachera 2016 que no es otra
que Venta de Corredoria. Para ello es mejor quedarse con lo que me
relataron después de ascenderla... Muchos dudaban de la dureza de la
ascensión, que había engordado la catalogación del puerto, que no era
nada. Lo cierto es que Manuel Iván, que poco antes nos ha hecho de
mecánico, salvando una situación muy complicada en el pedal de
Alejandro, gran escalador gijonés y con el que volvía a compartir ruta
unos pocos meses después, conoce el puerto a la perfección y va
avisándonos de lo que viene encima. Aún así la velocidad va
incrementándose para entrar en Noceda y "chocar" con un "muro" de
hormigón a más del 20%. La Corredoria por Noceda se iniciaba,
prácticamente, ahí. Muchos, incrédulos, pensaban que era una broma...
Durante 3 kilómetros (lástima que la TV no retransmita la Borrachera)
hubo chepazos, bajadas de bici, "elogios" al diseñador de la ruta,
crujidos de rodilla,...
La
Corredoria ha pasado mucha factura, pero lo peor venía a continuación.
Si metes un puerto como ese, con esas pendientes (rondando el 25%),
está claro que pasará factura en los kilómetros siguientes, sean llanos
o de leve subida o con puertos como San Lorenzo. Y la Borrachera a
partir de ahí ya se convirtió en la tortura que ya fue el año pasado
tras la subida a Yernes... El grupo se rompió todavía más y el
avituallamiento sirvió para poco más que subir levemente la moral.
Tras el vertiginoso descenso de Corredoria (aún recuerdo la cara de fascinación de Víctor con esta vertiente de Ondes) llegaban kilómetros muy pestosos, la mayoría de tendencia ascendente, hasta alcanzar el punto de avituallamiento, a un kilómetro de La Riera y del inicio de San Lorenzo.
Allí una parte del grupo arranca para ir ganando tiempo y distancia. Todo lo que se pueda avanzar es terreno ganado, sin duda. La comida sabe a gloria, el bocata de chorizo entra solo y sólo quedaba rellenar bidones para volver a arrancar en busca de los dos últimos puertos, que no eran "moco de pavo" ni mucho menos. Era el turno de San Lorenzo, un primera categoría en profesionales...
Asciendo
con Luís, gran colega de rutas, compañero en aquel Everest del año
pasado. Rodamos a buen ritmo (bueno, no exageremos, que esto es San
Lorenzo) y las cuentas del reloj vuelven a salir. El puerto tiene un
color maravilloso, como todos los anteriores, y hay incluso gente en la
cima, al contrario que en los anteriores. Todo un puerto-Tour, sin duda.
En
Teverga hay un buen reagrupamiento y el tramo hasta Carangas lo hacemos
en pelotón (en torno a 15-20 cicloturistas). Eso posibilitará que los
más "perjudicados" por la ruta no empiecen ya descolgados el último
puerto del día: Cobertoria por Cortes. Si bien, viendo la hora a la que
alcanzamos el desvío de Santa Marina, doy la opción de ascender por una
(Llanuces) u otra (Cortes). La mayoría se decide por el plan previsto,
una subida más que bella e ideal para cerrar una ruta como ésta, muy
"pajarera", muy de desgaste, pero sin las pendientes de la de Llanuces
(eso sí, con 12 kilómetros menos).
Vamos
llegando en pequeños grupos a la cima y haciéndonos la foto definitiva
en el último, en el quinto, en el que completaba la Borrachera 2016. A
estas horas asciendo con Eugenio y Luís, como hace unos meses, en el
Everest. En la cima ya nos esperan Rober, Carina, mi pequeña, Javi,
Fran, Nacho. Ya venimos cerrando la Borrachera 2016.
Otra
vez más llegando casi de noche y salvando la ruta "in extremis". Pero
claro, la Borrachera es otra cosa... Bella foto para cerrar. Salimos
seis, pero estamos todos.
Para concluir quiero dar las gracias a todos los que habéis venido, y al fenomenal equipo que me ayuda a sacar estas cosas adelante: Rober, mis dos chicas, Estrada, Pablo, Luís, Rubén (te tiraste al suelo para no subir Corredoria jjj). Un placer compartir pedaladas con todos y cada uno de los que habéis venido. Espero que el año que viene os vengais otra vez a Pola de Lena a pedalear por estos u otros puertos. Como ya dije en la crónica del año pasado, la Borrachera de Puertos es vuestra, de los locos de los puertos y del cicloturismo.