Alto de la Tornería


El alto de la Tornería es una corta subida llanisca que permite divisar, como si de un balcón se tratara, buena parte del mar que baña la costa de Llanes y la sierra del Cuera, . Un puerto, sin duda, precioso, con números, y que debiera haber sido utilizado ya como acompañante de Lagos de Covadonga. Porque la Tornería, sin estar tan cerca como su "hermano" el Torno, sí permite conformar un encadenado de relativo buen nivel para culminar en el gran mito de la Vuelta.

Comienzo la medición en plena carretera LLN-7, a la altura del desvío hacia La Arquera y La Pereda (LLN-6), si bien la carretera, no con mucha regularidad, tiene tendencia ascendente desde Llanes. A partir de aquí el puerto es claro: carretera estrecha, asfalto por momentos irregular y búsqueda de la montaña, claro. Una primera parte casi de calentamiento con pendientes suaves en ese primer kilómetro, hasta que hacen aparición las primeras rampas de consideración ya en el segundo (en torno al 8-9%). Rápidamente iremos ganando altura y divisaremos la carretera, muy arriba... Parece que los cálculos no salen, pero súbitamente aumenta la inclinación y los tres kilómetros definitivos son francamente duros, con rampas de hasta un 16%. Desde el punto de vista estético, una ascensión de mucho nivel que bien puede recordarnos al Fito, si bien las vistas de la costa no son tan amplias.

La Tornería se corona a 471 metros de altitud, tras dejar atrás el fabuloso "balcón" por el que hemos rodado durante la segunda fase de la subida, sin cartel indicador en la cima. Sólo la pendiente negativa nos señalará que estamos en la cima del puerto.

Un habitual, en los últimos años, de la Clásica Lagos de Covadonga, que antecede al Ortiguero por su vertiente de Mere y, como no, a los Lagos.


Éste es el perfil de la ascensión:


Y ahora unas imágenes:




La subida, en Google Maps:




Un ejemplo de etapa con final en Lagos y paso por La Tornería es éste, donde casi sin solución de continuidad se encadenan Tornería, Carriles y Torno, antes de Lagos (reportajes que puedes ver en esta misma web). Antes, los clásicos collados cántabros que solían anteceder en la Vuelta, en los años 90, al mito. La etapa tendría nada menos que 4000 metros de desnivel.



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