1997

En el año I tras la era Indurain, se produjo una victoria de Alex Zülle, en la Vuelta a España, a "lo Indurain". El suizo dominó claramente aquella edición merced a su propia fortaleza y a la de su equipo, ONCE. Estamos en los años dorados del equipo de Manolo Saiz, que iba a lograr su tercera victoria consecutiva en la ronda española (Jalabert en 1995, y el propio Zülle en 1996).

El recorrido, sin ser malo, tampoco puede decirse que aproveche óptimamente la orografía asturiana. Se entra en Asturias por Ventana (otra vez, como en 1988), y Cobertoria vuelve a preceder al puerto final (como en 1988 y como será este año). La sensación de recorridos repetitivos y desaprovechamiento de la gran montaña asturiana es patente. Pajares no volverá hasta 2005; Naranco, un día después, no se ha subido desde entonces (1997), y Lagos inicia un camino de desmitificación que aún sigue hoy (el efecto Angliru y los insulsos recorridos previos al coloso, influyen sobremanera).

La etapa con final en Valgrande-Pajares es la segunda de un poker de llegadas en alto que viene después de la victoria de un jovencísimo Roberto Heras en el Morredero. La erupción de uno de los mejores escaladores españoles de todos los tiempos, por delante de consagrados como Zülle, Tonkov, Dufaux, Jalabert, aún es recordada. Pero en Pajares, vigilado tras su exhibición del día anterior, no corre tanta suerte. Será el ruso Tonkov, vencedor del Giro de aquel año, quien se imponga.